viernes, 22 de agosto de 2008

Proyecto "La semilla"

La semilla
http://sporos. org/es

Queremos mostrar que las relaciones comerciales no se definen
"naturalmente" en beneficio de unos pocos, sino que pueden ser humanas
cubriendo necesidades reales. Al menos, podemos experimentar con un
modelo de comercio diferente y alternativo, el cual, en lugar del
beneficio tenga una multitud de objetivos: la autonomía y la digna
existencia del productor, la viabilidad de los tejidos comerciales, la
calidad y el precio razonable para el consumidor, la conservación del
medio ambiente. Queremos que estas diversas aspiraciones se rijan por
relaciones de confianza y reciprocidad, con la participación de todas
las personas implicadas, y no por la mano "invisible" del mercado.

[ ¿QUÉ ES "LA SEMILLA"? ]
[ "La Semilla": un proyecto de economía solidaria ]
[ EL CAFÉ ZAPATISTA ] [ EL MATE (MST) ]
[ EL CACAO "EL CEIBO" ]
[ La Semilla para el 3er congreso internacional de biotecnología ]
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Grecia: "O Sporos – La Semilla" un proyecto de economía solidaria

"La Semilla": un proyecto de economía solidaria

Cooperativas zapatistas de café que comercializan su producción a
través de redes de solidaridad y comercio alternativo; empleados que
recuperan y hacen funcionar con éxito fábricas cerradas, quebradas por
culpa de sus propietarios; movimientos vecinales que aprovechan y
cultivan terrenos vacíos en sus barrios; organizaciones de
desempleados que forman cooperativas y crean puestos de trabajo;
bancos y entidades financieras que atienden proyectos económicos
alternativos; redes sociales de distribución de productos que
funcionan en beneficio de productores y consumidores. Estas son
algunas muestras de una economía alternativa en práctica, que se
desarrolla a nivel mundial y que se alza contra el modelo neoliberal
dominante. Muestras que ofrecen un apoyo práctico al principal lema de
resistencia de nuestro tiempo: "otro mundo es posible".

Noticias en la misma sección
"O Sporos – La Semilla"
¿Quiénes somos?

En Grecia, aún son pocos los pasos que se han dado en este sector. Se
observan fundamentalmente a nivel agrícola, donde bastantes grupos e
individuos que se dedican en su mayoría al cultivo biológico, tienen
un planteamiento similar. "La Semilla", un colectivo que se mueve en
el campo de la comercializació n alternativa de productos, constituye,
tal vez, el esfuerzo más organizado en este sector.

"O Sporos – La Semilla"

Empezamos hace poco más de tres años un proyecto colectivo de comercio
"alternativo y solidario", conociendo muy pocas cosas pero teniendo la
convicción de que había gente dispuesta a apoyarlo. No nos juntamos
por casualidad, sino que nos conocíamos por nuestra participación en
grupos de solidaridad y en colectivos que dan prioridad a la
horizontalidad y la participación directa. Inspirados inicialmente en
el movimiento de los Zapatistas, empezamos a distribuir su café.

Hoy distribuimos productos de agrupaciones del Sur que luchan por
liberarse de los intermediarios locales y las grandes multinacionales.
Por mediación del colectivo Café Libertad alemán, importamos café de
las cooperativas zapatistas de Chiapas en México, cacao de la
cooperativa El Ceibo de Bolivia, mate del Movimiento de los Sin Tierra
(MST) de Brasil, té del movimiento Adivasi de la India, así como a
través de la cooperativa social italiana Libero Mondo traemos té verde
de Vietnam, té rojo de Sudáfrica, azúcar de cooperativas de Ecuador,
además de chocolate, cuyos ingredientes se producen en cooperativas de
Paraguay, Brasil y Ecuador.

En el intervalo que ha transcurrido, aparte de la importante
experiencia práctica que hemos adquirido, se han venido desarrollando
diversas discusiones sobre la identidad y la dirección que queremos
darle al proyecto de La Semilla. A través de este proceso, hemos
reparado que no queremos ni dedicarnos sólo al comercio solidario y
alternativo, ni mucho menos limitarnos al marco de la solidaridad
internacionalista.

Enmarcamos nuestros esfuerzos en una corriente general de cambio
social, en un proceso social mundial que abraza todos los aspectos de
la vida, desde la resistencia a las actuales condiciones reinantes
hasta la búsqueda de nuevos modos de vida. Así sentimos que somos
aliados de cualquier otro tipo de esfuerzo, mayor o menor, que luche
por la liberación social. Concebimos nuestra acción en el marco más
amplio de la economía solidaria, un proceso de transformació n en la
práctica y en la cotidianeidad de las actividades económicas
generales.

Ante el enorme poder de la maquinaria comercial mundial, en donde los
productores y los consumidores son meras marionetas y el aumento de
los beneficios es el único objetivo, es sumamente esperanzador saber
que hay otra réplica manifiesta, igualmente mundial.

Nuestras relaciones con los productores

La comercializació n de productos por estas redes alternativas ofrece
a los productores mejores precios que los habitualmente humillantes
del mercado. Se fortalece su autonomía para que puedan elegir la
manera de producir y organizarse, construyendo al mismo tiempo lazos
de comunicación con los movimientos del Norte.

Los esfuerzos para la construcción de formas de comercio alternativas
no son invención de La Semilla. El movimiento del "Comercio Justo",
que tiene sus raíces a finales de los 50, es ya en muchos países de
Europa considerable económicamente y reconocido socialmente. Entrando
en relación con sus manifestaciones actuales e indagando acerca de su
historia, descubrimos que no se trata de un movimiento homogéneo, sino
más bien diverso y con varias tendencias, e incluso contradictorio.
Alternan diferentes ideas y prácticas dentro del movimiento, en un
rico, aunque muchas veces tenso, diálogo. La Semilla participa en este
diálogo, buscando ideas e inspiración, pero huyendo de etiquetas y
soluciones preparadas. Por ello, no aceptamos la definición de "justo"
por organismos tecnocráticos del Norte que se dedican a la
certificación de productos, tanto si ésta se refiere al precio o a los
demás requisitos que tienen que cumplir los productores.

Si bien La Semilla comercializa hasta ahora productos del llamado
"mundo en vías de desarrollo" y principalmente de países de América
Latina, no lo concibe en absoluto como una forma de "concesión de
ayuda" a los "pobres del Tercer Mundo". Esto no significa que no
comprendamos que nuestros conciudadanos allí se encuentren en una
situación mucho más difícil que nosotros y que sus necesidades sean
más apremiantes. Pero "solidaridad" significa comprensión y ayuda
mutua entre partes autónomas y no filantropía y creación de las
relaciones de dependencia. Con este planteamiento, La Semilla prima
las relaciones con organizaciones de productores comprometidas con
luchas sociales en las regiones donde actúan.

En función de nuestra voluntad de crear relaciones directas e
igualitarias con los productores, hemos dado ya algunos pasos por lo
que respecta a las cooperativas zapatistas de café, producto que
constituye la principal materia que distribuye La Semilla; tanto con
el contacto directo con las cooperativas zapatistas y la importación
directa de café (por primera vez, en la primavera de 2008 saldrá un
contenedor de café del puerto de Veracruz al de Pireo, en Grecia),
como con nuestra participación en la red de organizaciones que
distribuyen el café en Europa (Red ProZapa). Por último, con el
beneficio obtenido por la comercializació n del café hasta finales de
2006, devolvimos 2000 euros a las Juntas de Buen Gobierno zapatistas.

Las relaciones con los consumidores

Los consumidores compran productos a precios razonables, que no se han
producido en condiciones de explotación y agresión a la naturaleza y
su calidad no se basa en la publicidad y el envase. Al contrario, sus
ingredientes están impregnados de la historia y el esfuerzo de los
hombres y mujeres que los producen.

Consideramos que las actuales estructuras de distribución comercial a
gran escala (comercio al por mayor, supermercados) son totalmente
incompatibles con nuestra filosofía respecto al comercio solidario y
alternativo. En lugar de utilizarlas para aumentar las ventas en
nombre de la solidaridad, preferimos el desarrollo de una red de
colectivos, individuos y pequeñas tiendas a nivel de todo el país. De
este modo, aparte de en nuestro local y otros puntos de Atenas, los
productos circulan en otras 27 poblaciones de Grecia con la misma
filosofía y a un precio unificado.

La importancia de esta red no tiene para nosotros y nosotras un
interés cuantitativo (es decir, económico) sino, sobre todo,
cualitativo. Por medio de la creación de relaciones, entran en
contacto ideas y experiencias que, más allá de presentarnos una
dinámica esperanzadora, son el germen de futuros proyectos de economía
solidaria.

El comercio solidario y alternativo, tal y como lo ve La Semilla, debe
promover un modelo alternativo de consumo, formar consumidores
críticos y participativos, y no buscar una parte del mercado. Por
ello, nuestro local recuerda más a un punto de encuentro que a una
tienda normal, en donde conversamos y reflexionamos con el público que
compra los productos.

Construimos, pues, relaciones de confianza basadas en la información y
el contacto cotidiano y no por mediación de certificaciones de
carácter burocrático, porque estamos contra cualquier tipo de
certificado o sello que convierte los productos en mercancías con
valor añadido. No tenemos nada que ver y denunciamos el "comercio
justo" de las multinacionales (p. ej. Starbucks) y las cadenas de
supermercados que utilizan el comercio justo para relanzar su "lado
filantrópico" y aumentar así sus ventas.

Puesto que consideramos como participantes a los consumidores, les
pedimos asimismo que abandonen las "comodidades" del supermercado.
Nuestros productos tienen, aparte de nombre y precio, una historia
humana completa detrás y les invitamos a que la conozcan a través de
los folletos que los acompañan. Alguna vez no nos encuentran abiertos
porque hemos ido a algún acto o manifestación, y otras veces, les
rogamos paciencia y les explicamos los motivos por los cuales no
disponemos de algún producto, (p. ej. hubo mala cosecha este año).

Al mismo tiempo, queremos que los productos sean asequibles para todos
y todas y no para una elite de consumidores privilegiados. Los precios
de los productos que distribuimos, que son ya de por sí abordables en
relación con otros del comercio a gran escala, no han variado desde
que empezó a andar el proyecto. Teniendo además una experiencia
comercial práctica, nos preguntamos cómo en los supermercados
encarecen los productos continuamente.

Por otro lado, como otro desafío de economía alternativa, estamos
poniendo en práctica otra manera de consumir, un dame y toma sin
dinero, un espacio de intercambio y solidaridad. Por esta razón, hemos
puesto en funcionamiento un bazar gratuito permanente en el altillo
del local de La Semilla. Para empezar por algo, por pequeño que sea, y
hacer realidad la teoría anticapitalista. En el bazar gratuito hay
diversos objetos que para alguien no resultan útiles pero que a alguna
otra le pueden hacer falta. Sin precio, porque una cosa es el valor y
otra el dinero; sin dinero, porque las cosas pierden su valor sólo
cuando no se utilizan. Sin necesidad de llevar algo para coger otra
cosa, la única condición es que se utilice lo que se coja. De este
modo, se reduce el consumo de bienes inútiles así como la producción
de basura.

Nuestro funcionamiento

Hacíamos alusión al principio a la corriente en la que nos incluimos
que investiga la creación de nuevos modos de vivir. Nuestro
funcionamiento interno pues no puede alejarse de esta apreciación.
Optamos por el régimen legal de cooperativa con fines no lucrativos,
que se acerca más que cualquier otro estatus a lo que nosotros
consideramos como funcionamiento democrático. En la práctica,
intentamos avanzar con la participación, la asamblea, el consenso, la
horizontalidad y la ausencia de representantes como principales
características, aspirando finalmente al equilibrio entre las metas y
la práctica cotidiana.

Los pasos siguientes Vivimos cada día la acogida que experimenta La
Semilla, nos reunimos con redes de productores de cultivos ecológicos
y productores aislados por los rincones de Grecia, nos inspiramos en
la experiencia internacional que es cada vez más interesante. Nuestra
cabeza bulle de diversos proyectos para el futuro. Por el momento,
ampliamos nuestra actividad, con cautela, a productos de diversas
asociaciones, buscamos en Grecia productores comprometidos que se
muevan en una lógica paralela a la nuestra, con el fin de distribuir
sus productos. Queremos dar impulso al bazar gratuito y ampliar esta
idea a otros espacios. Somos conscientes de que avanzamos a tientas,
que damos pasos atrás, que no estamos todavía preparados y preparadas
para afrontar todo lo que se está madurando de cara al futuro. Nuestro
objetivo es la creación de un movimiento social de economía solidaria
y alternativa, que esté compuesto de redes horizontales de colectivos
de productores organizados, estructuras de distribución y consumidores
activos.

Cooperativa para el comercio solidario y alternativo
C/ Sp. Tricupi, 21 Atenas (Grecia)
Tel. (0030) 210 3801375
www.sporos.org

IMÁGENES http://www.europaza patista.org/ spip.php? article223#

EL CAFÉ ZAPATISTA

LA HISTORIA
De acuerdo con el mito más difundido, el café fue descubierto
casualmente por una cabra en Etiopía. La repentina vitalidad del
animal atrajo la atención de su propietario, de manera que cuando un
día la seguía por abruptos caminos, localizó su comida preferida: era
el fruto rojo de un árbol. Se entusiasmó con el efecto tonificante que
experimentó tras haberlo probado él mismo y recogió los frutos
necesarios para preparar un dulce para los monjes del monasterio
vecino. Sin embargo, éstos no se quedaron satisfechos con su sabor y
lo condenaron a la hoguera. Como en otros casos similares, hizo falta
quemar primero el café para que reconocieran su valor: su sorprendente
aroma llegó directamente a sus narices. No tardó el café en
convertirse en la bebida favorita de los monjes y seglares en todo el
mundo.
LA ECONOMÍA
En nuestros días, el café es una mercancía con un enorme valor. Ocupa
el segundo puesto después del petróleo en el mercado mundial de
materias primas, mientras que la supervivencia de unos 25 millones de
pequeños productores en Asia, África y Latinoamérica depende de su
cultivo. Asimismo, mientras un productor puede ganar incluso menos de
un euro por un kilo de café con el cual se pueden preparar centenares
de tazas, nosotros podemos pagar hasta cuatro euros para beber una
única taza. ¿A qué es debida esta enorme diferencia?, ¿quién saca
fruto del enorme margen de beneficios?.
Los bienes que ofrece el "café-oro" no se distribuyen en absoluto
equitativamente entre los que están implicados en su ciclo económico.
Sólo un 2% de todos los ceros de beneficio que origina el producto va
a parar a los productores: casi la totalidad va a manos de los
diversos intermediarios en el procesamiento y la comercializació n del
café, fundamentalmente a las grandes multinacionales. Aunque esta
desigualdad ha ido estrechamente unida desde siempre al comercio del
café, se ha agravado dramáticamente estos últimos años en razón de la
liberación del comercio. Hasta 1989 existía un sistema de protección
de los pequeños productores a escala mundial: cada productor sabía qué
cantidad necesitaba el mercado y el estado garantizaba un precio
relativamente estable. La eliminación de estos porcentajes y los
ventajosos préstamos de los organismos internacionales para el cultivo
del café en países tradicionalmente no productores, condujeron a un
exceso en la oferta en el mercado mundial. Los precios cayeron
fuertemente en las bolsas internacionales y desde entonces oscilan a
niveles bajos, a pesar de las subidas esporádicas.
México es hoy la séptima potencia mundial en producción de café. El
91'7% de los 380.000 productores de café mexicanos tiene una propiedad
que no sobrepasa las 5 hectáreas. La mayor cantidad de café proviene
de Chiapas, la región más pobre de México. En mayor medida, el café es
producido por campesinos indígenas cuya economía depende íntegramente
de los ingresos que obtienen con él. La crisis de la década de los
noventas agudizó todavía más su pobreza y aislamiento social. Los
indígenas de Chiapas que viven desde hace centenares de años
marginados y víctimas de las políticas racistas del estado mejicano,
se agruparon masivamente en el Ejército Zapatista y en 1994 se
rebelaron para que su causa fuera atendida. Pedían el reconocimiento
de sus derechos y la posibilidad de escoger y decidir su futuro por sí
mismos de manera democrática.
EL CAFÉ DE LOS ZAPATISTAS
En oposición al francés, al turco o al griego, que tomaron el nombre
de sus compradores, el café zapatista lo toma de sus productores. Es
un café que llega a nuestra taza junto a la historia, la vida y la
lucha de sus productores.
Los productores se organizan en cooperativas para la búsqueda
colectiva del establecimiento de formas alternativas de comercio, con
el objetivo de escapar de la dependencia con respecto a los
intermediarios y las multinacionales. En estos momentos, hay tres
cooperativas zapatistas en Chiapas (Mut Vitz, Yachil Xojobal Chulchan,
Yochin Tayel Kinal) que funcionan con estructuras absolutamente
democráticas e invierten un porcentaje de sus ingresos en iniciativas
para beneficio social como el sistema autónomo de educación y salud.
En estas cooperativas participan unos 3000 zapatistas y la cantidad
anual de exportaciones asciende a unas 400 toneladas. Estas
cooperativas son quizás el ejemplo más palpable de desarrollo de
estructuras económicas alternativas en Chiapas e instauran un nuevo
modelo de relaciones políticas y comerciales entre el Norte y el Sur.
El café zapatista circula en Europa y los EE.UU. gracias a colectivos
que se solidarizan con las reivindicaciones de los zapatistas de
democracia, paz y justicia y que eligen apoyar su lucha con la
práctica. Estas personas, organizadas en agrupaciones o cooperativas
en Europa y los EE.UU., compran el café sin la mediación de ninguna
empresa con ánimo de lucro. Todos nosotros formamos parte de la Red de
Circulación de los Productos Zapatistas (RedProZapa), que garantiza
cada año a los productores un precio mínimo estable que sobrepasa de
largo el del mercado mundial liberalizado. Este café llega a Grecia a
través de la cooperativa alemana "Café Libertad",la cual destaca tanto
en la solidaridad práctica con los productores en lucha del Sur como
en la puesta a prueba de formas alternativas de comercio en la
realidad europea.
Y EL CAFÉ, ¿QUÉ DICE?
El café que producen las cooperativas zapatistas pertenece a la
variedad arábica, de calidad superior a la variedad robusta, a la que
se está acostumbrado en Grecia. Contiene alrededor de la mitad de
cafeína y se caracteriza por su mayor riqueza en el sabor y por su
suave aroma. Se cultiva habitualmente en terrenos situados a una
elevada altitud, con intensa humedad, condiciones consideradas
especialmente potenciadoras de su calidad. Las plantas del café crecen
bajo la sombra natural de los árboles, de manera que no alteran el
equilibrio ecológico de la región. En su producción, se aplican
exclusivamente métodos naturales: los zapatistas rechazan el uso de
cualquier medio químico, decisión que se basa en el firme y bien
fundamentado respeto a la naturaleza. Dos de las cooperativas poseen
el certificado de cultivo biológico mientras que la tercera está en
proceso de obtenerlo.
Después de la cosecha, los granos de café sufren una serie de procesos
naturales por etapas: en primer lugar, el descascarillado, el lavado y
la selección en agua, el secado al sol, para pasar al segundo
descascarillado, de tal manera que acaban en los sacos como café
"verde" (sin tostar), preparado para ser enviado a los colectivos
encargados de su distribución, para su posterior torrefacción. ¡Y de
ahí a nuestra taza!

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