miércoles, 20 de agosto de 2008

Argentina: A veces los favores pueden ser más importantes que el dinero

El escándalo de la financiación de la campaña presidencial de los Kirchner

María O'Donnell

Diario "Crítica" (Buenos Aires)

20.08.2008

Una de las cosas más curiosas de la rendición de cuentas de la campaña de Cristina Fernández de Kirchner es que en el listado de donantes figuran varios personajes con perfiles similares al que tenía Sebastián Forza antes de que su ejecución despertara sospechas sobre la verdadera naturaleza de su negocio con medicamentos. En una investigación publicada por Crítica de la Argentina el 8 de marzo sobresalía un número significativo de accionistas de una sociedad poco conocida, con algunos negocios con el Estado, muy pocos ingresos declarados en la AFIP, unos cuantos cheques rechazados y ninguna militancia reconocida, pero una notable generosidad para donar dinero.

Entre los aportantes a la campaña del Frente para la Victoria de 2007, aquella nota destacaba a uno de los máximos donantes a nivel individual (con 310 mil pesos), llamado Carlos Horacio Torres. Con más de dos millones en cheques rechazados y una inscripción como monotributista, Torres se dedica a la venta de medicamentos oncológicos y supo ser proveedor del PAMI. A partir del asesinato de Forza, cuya empresa también figura en el listado de donantes a la campaña de la Presidenta con 200 mil pesos, surgieron pistas sobre la relación entre uno y otro. Según parece, tenían negocios en común en un sector, el de los negocios con los medicamentos, ligado al trabajo de Héctor Capaccioli, el superintendente de Seguros de Salud, que ha sido uno de los encargados de juntar fondos para el kirchnerismo por su estrecha relación con el ex jefe de Gabinete, Alberto Fernández.

Capaccioli declaró por estos días que las empresas de medicina prepaga y los laboratorios estuvieron entre los principales aportantes porque la ley no establece ninguna incompatibilidad para que sean donantes. Según los entendidos, se trata de un dato fundamental para comprender cómo el listado que llega a la Cámara Nacional Electoral se llena de personajes ignotos. Tanto Poder Ciudadano como Delia Ferreira Rubio, una de las principales expertas del país en financiamiento de los partidos, han señalado que todos (no sólo el Frente para la Victoria) acostumbran a "subvaluar" sus gastos de campaña debido a los límites que fija la ley para los gastos y por la imposibilidad que tienen en muchos casos de transparentar el origen de los fondos cumpliendo con todos los requisitos legales. Para las campañas que no tienen problemas para financiarse, que no pueden blanquear el origen de la plata que gastan o que reciben aportes prohibidos por la ley, los favores pueden ser más importantes que la plata.

Los cuatro cheques que Forza le aportó a la campaña de Cristina Fernández de Kirchner tenían fondos, pero el Banco Central detectó que había emitido otros 600 por un monto superior a los cuatro millones de pesos, que fueron rechazados. ¿No es raro? Como dijo la ministra de Salud, Graciela Ocaña, este episodio debería servir para resaltar, una vez más, la necesidad de transparentar, de una vez por todas y sin simulaciones, cómo se financia la política en la Argentina.

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