La sentencia del Tribunal Constitucional en la que se afirma que no se reconoce otra realidad nacional en este Estado que la ”nación española”, una e indivisible, pone de nuevo sobre la mesa, y esta vez a través del más alto tribunal español, uno de los problemas políticos principales con los que nos enfrentamos, no ya l@s revolucionari@s, sino simplemente l@s demócratas en el Estado Español, y ello es la cuestión nacional.
Mantener una posición de "pasar" de esta cuestión es simplemente, en el mejor de los casos, irresponsable y suicida desde el punto de vista de la lucha popular y tiene una gravedad similar a la posición de ignorar la existencia de la dominación y explotación de clase o de género.
L@s revolucionari@s, l@s antifascistas, no pueden, si realmente lo son, obviar la evidente realidad de opresión inherente al proyecto nacional español, además con un claro contenido de clase.
No tomar posición en este conflicto político, objetivamente, al margen de las intencionalidades subjetivas de cada quien, supone hacerle un favor al enemigo de clase, la gran burguesía española y su entramado burocrático-político-mediático, así como al imperialismo que desde hace mucho tiempo ha dejado muy claro su apuesta por esa España, una e indivisible, que el Tribunal Constitucional reafirma ahora, por ello también es ingenuo hacer comparaciones, salvo en el terreno puramente agitativo, con lo ocurrido en otros lugares de Europa con problemas parcialmente similares, especialmente con el caso de Yugoeslavia, porque el imperialismo tenía en esos casos una posición muy diferente sobre el tema.
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