Después de años de
saqueo y complicidad, y cuando el agua llegó al cuello, el gobierno
nacional plantea una nacionalización mercantil ofertandole una
compra del 51% con plata del pueblo al capital imperialista. El
desafío de los trabajadores y del pueblo es presionar
democráticamente y movilizarse para exigir una nacionalización
auténtica de YPF, expropiando de verdad, sin pago, y poniendo la
administración bajo control obrero y popular. Si los movimientos
populares, con dirección revolucionaria, avanzaron con
expropiaciones y reapropiaciones a favor de la dignidad de los
pueblos en diferentes momentos de la historia latinoamericana y
mundial, no podemos seguir pensando lo justo como imposible.
Los trabajadores
tenemos que tener un pensamiento político propio para poder avanzar
en la lucha. Debemos forjar todos los días, y con una comunicación
también propia, una unidad en la pluralidad que nos permita primero,
poner límites al poder hegemónico y junto con eso, reafirmar
nuestros derechos con una perspectiva liberadora. Nuestro horizonte
no puede reducirse a las ideas de Lanata o de 6, 7, 8, o de Víctor
Hugo Morales, o de cualquiera de las variantes de la prensa del
poder. Analicemos todo críticamente y construyamos colectivamente un
pensamiento y una acción polìtica, sindical y social independiente,
plural y superadora, porque si no lo hacemos, ¿adónde creemos que
vamos a ir?...
Los futuros están
abiertos: si nos quedamos mirando o quejándonos al aire, las
nacionalizaciones del poder serán nuevas cajas políticas
funcionales a la estructura hegemónica de la dependencia y al
ajuste. YPF puede ir en dirección de una nueva ANSES, de una nueva
financiera del “modelo” o, con la presión y la lucha de todos,
puede ir en dirección del movimiento de empresas recuperadas y
gestionadas por los trabajadores, pero con el respaldo de una
nacionalización, que debe ir al 100%. Y si es posible avanzar con
una nacionalización sustancial, los trabajadores y el pueblo tienen
derecho a debatir y avanzar con las otras nacionalizaciones
necesarias para romper las cadenas que siguen haciendo ruido y para
evitar caer y quedarse en acciones políticas, gremiales y sociales
oportunistas y limitadas, que, así como están planteadas
oficialmente, son apoyadas por los mismos que generaron la entrega.
Sería bueno
nacionalizar en serio también la educación pública, que tantas
necesidades tiene. Porque subsidiar a algunos feudos educativos
privados, que son iguales o peores que Repsol y Eskenazy, y atacar a
los docentes que luchan por más y mejor escuela pública para todos
es indirectamente favorecer la privatización y la mercantilización
de una educación diferenciada y segmentadora.
La democracia puede
quedarse en una serie de discursos y formalidades o puede
profundizarse con la movilización de los trabajadores y del campo
popular. El debate está abierto. El desafío de todos los
trabajadores, de cara a un nuevo 1ro de Mayo, es ir con su
pensamiento, con su conciencia, con sus debates y con su acción
colectiva, más allá de las burocracias gremiales, de la transa -que
algunos llaman “diálogo” o “negociación”-, y de los
discursos y manipulaciones de los medios y del poder.
Tizas Obreras, una poderosa herramienta de comunicación
“Es una gran satisfacción” para la filial María Grande de Agmer haber concretado la aparición de Tizas Obreras – Panzas Verdes, “una herramienta de comunicación, debate, creación y formación que es nuestro propio periódico mural”, confirmó a AIM el secretario general de la entidad mariagrandense, Mauricio Castaldo. “Este esfuerzo colectivo es un primer paso, ahora hay que enriquecerlo porque está abierto al aporte de todos”.
El diálogo con esta Agencia, el secretario general de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos, filial María Grande, explicó que les parecía fundamental “largar el primer número antes del primero de Mayo por el significado histórico e interpelante que la fecha tiene para todos los trabajadores”.
Además, Castaldo precisó que “la democracia puede quedarse en una serie de discursos y formalidades o puede profundizarse con la movilización de los trabajadores y del campo popular”, pero señaló que con iniciativas como las del periódico, “el debate está abierto”.
Para el gremialista, el desafío de todos los trabajadores, de cara a un nuevo primero de Mayo, es “ir con su pensamiento, con su conciencia, con sus debates y con su acción colectiva, más allá de las burocracias gremiales, de la transa –que algunos llaman diálogo o negociación-, y de los discursos y manipulaciones de los medios y del poder”.
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