Luís trabaja hace ya casi una década en la Fábrica de Cerámicas Ex Zanon, o más conocida como Fasinpat, Fábrica sin Patrones. Desde la experiencia del día a día de laburar en un espacio autogestionado hace ya 11 años junto a sus compañeros, sin jefes ni patrones, y visitas periódicas a su familia chilena, nos da su mirada del Chile de hoy.
Luís Cares lleva 31 años viviendo en Argentina. Originario de Villarrica, aburrido de la dictadura un día partió para Neuquén, al otro lado de los Andes para no volver más a Chile. Hace ya casi una década trabaja en la Fábrica de Cerámicas Ex Zanon, cuyos trabajadores en vez de aceptar el cierre programado por su anterior dueño el 2001, en plena crisis económica, se la tomaron y echaron a andar las máquinas. Hoy son 430 trabajadores que laburan sin patrón alguno y de manera autogestionada.
La distancia y la experiencia de trabajar en otro país le han dado a Luís una mirada sobre la calidad del trabajo en su país de origen, los derechos laborales y las relaciones entre trabajadores y patrones.
¿Qué diferencia ves tú cuando vuelves a Chile?
- Creo que el 80 por ciento del obrero chileno todavía se saca el sombrero frente al patrón. No lo mira a la cara para hablarle, las generaciones que hizo Pinochet fueron enseñadas con la idea de que el patrón es el único que manda. El chileno trabaja y no reclama, va de la casa al trabajo y del trabajo a la casa.
¿Es muy distinto en Neuquén?
- Sí, es muy distinto. Acá cuando no me pagan lo que corresponde voy a pelear y no me voy a sacar nunca el sombrero porque pase el patrón. Sí lo haré siempre ante un obrero porque lo respeto.
¿Cuál es su origen?
- Soy de Villarrica. Veo las diferencias con mis hermanas chilenas, no con mi papá y mi mamá, que ya están viejos. Veo que los chilenos de ahora quieren demostrar lo que no es. El chileno trabajador quiere demostrar algo que no es.
¿Mucha apariencia?
- La apariencia es mucho para el chileno, es lo que más quieren tener. Una persona para ir a comprar a la despensa se pone traje y se lustra los zapatos brillositos. Una vez en Villarrica entré con ojotas al banco y arremangado hasta las rodillas. Poco más y me echaron para afuera. Esa es la diferencia que siento con mis hermanos chilenos cuando los veo.
La nación coreana, con su peculiar cultura que la diferencia de sus vecinos chinos y japoneses, existe desde hace tres mil años. Son características típicas de las sociedades de esa región asiática, incluidas la china, la vietnamita y otras. Nada parecido se observa en las culturas occidentales, algunas con menos de 250 años.
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