Julio Majul (Ex Senador Intransigente de Gualeguaychú) sigue opinando sobre temas políticamente incorrectos.
Ahora llega el turno de elogiar la política que sigue la República Oriental del Uruguay en materia de carnes, arroz y lácteos. En carnes bovinas, los orientales exportan más que la Argentina, por primera vez en mucho tiempo, a la vez que mantienen cortes de carne a precios populares; en arroz, se han convertido en el sexto país exportador en el mundo, forzando precios remunerativos para productores, exportadores y la Nación toda; y en lácteos, al influjo sobre todo de su nave insignia Conaprole, se han convertido en el 11º exportador mundial, manteniendo precios remunerativos para sus productores y al alcance de la gente en los fluidos del mercado interno.
El dirigente del Partido Intransigente se lamenta de los contrastes con la desastrosa política agraria argentina, y de la xenofobia que está invadiendo a parte de la población.
El texto completo de sus reflexiones, publicadas originariamente en el diario digital CONCEPCION 24, a continuación.
(((Prensa PI ER)
Para imitar a los hermanos uruguayos
Esta columna no es recomendada para quienes fomentan el odio a los hermanos de la República Oriental del Uruguay, odio activo o encubierto, porque hablará de algunos temas en los cuales podríamos imitar a los orientales, o sea que pasamos a ser, o seguimos siendo según quién opine, enemigos de la Patria. Sería bueno que algún día aclararan de cuál Patria hablan, pero eso... es otra cosa.
EL ASADO DEL PEPE, O LAS EXPORTACIONES DE CARNE Y EL PUEBLO COMIENDOLA A PRECIOS ACCESIBLES: Cuando estuvimos en Montevideo, como en el 2005, para hablar con Pepe Mujica y tratar de hallar puntos racionales de acuerdo por el conflicto increíble por las pasteras, vimos en una carnicería en plena avenida 18 de julio, frente a la plaza céntrica, "aquí tenemos el asado de Pepe". Entramos, preguntamos qué era eso, y nos explicaron: creo que eran cuatro cortes de carne vacuna, entre ellos recuerdo la colita de cuadril y el asado de tira, que se vendían a un precio popular. Los demás cortes, por ejemplo el peceto que amo, costaban propiamente uno y la mitad del otro.
Cuando estuve con Pepe, entre las ciento cincuenta cosas que me enseñó en esa tarde nublada, en su chacra en las afueras de Montevideo, donde aún practica su oficio de floricultor, lamentando que el médico no lo dejara manejar más una moto que debe haber sido de la Segunda Guerra Mundial más o menos, y a la que tenía bajo techo como un BMW para un bacán; en esa tarde larguísima en la que Pepe nos enseñó amor a los humildes, austeridad como sólo he visto en el padre Jeannot Sueyro, un santo de Gualeguaychú; en esa tarde, digo, el Pepe nos explicó qué era eso del asado y el peceto.
Y era algo serio. ES algo serio.
El Uruguay vivía en conflictos por el precio de la carne para consumo interno, agravados por la influencia decisiva de los Frigorírificos que eran, en definitiva, quienes fijaban los precios de todo: desde el pago al productor, hasta el costo al consumidor, el margen para el carnicero, todo. Y manejaban, obviamente, la exportación. A esta altura, lector, ¿no le suena parecido a la Argentina, que el productor cobra $ 3 por kilo, y los consumidores comemos asado a $ 15, y los que exportan cobran lo que quieren, y....? ¿No le suena conocido?
¿Y qué hizo el Pepe? ¿Anuncios rimbombantes de que todo cambiará porque estoy yo de ministro? ¿mandar amigos a los medios de prensa para que anuncien que´todo iba a cambiar? No, señores. El Pepe es oriental, no es porteño.
Se reunió con los frigoríficos, "hermano, esto no puede seguir así. El productor tiene que ganar para aumentar su producción, o al menos mantenerla; el consumidor oriental tiene que poder comprar lo que le gusta a un precio a su alcance; y ustedes tienen que ganar con la exportación, no con nuestra propia gente".
Así, los capitalistas aceptaron pagar precios remunerativos realmente a los productores, vender cuatro (creo, no me acuerdo bien) cortes baratos, y a cambio de eso, podrían exportar y vender en el mercado interno todo lo demás al precio que quisieran.
Esto se hizo, lo vi con mis propios ojos en dos carnicerías orientales, donde al lado del asado a algo así como $ 4 argentinos se vendía el peceto a $ ¡60!. O sea, los cortes populares baratos y los otros, pagalos lo que valen, hermano. ¿Qué implica esto? Dejar de subsidiar el consumo de las clases medio altas, como es la obsesión de todos los gobiernos (que no aumenten mucho ni el lomo ni el peceto) y subsidiar abiertamente los cortes populares.
Entre los resultados de esta política está que el Uruguay nos superó en exportación de carnes. En 2007 los orientales vendieron más que nosotros carne al exterior. Y este 2008 nosotros ni hemos cubierto la cuota Hilton, vergüenza total para algunos gobernantes y exportadores. Si tuvieran esa vergüenza que no tienen, claro.
¿Qué cuesta acá hacer esto? Tener lo que hay que tener para apoyar al consumidor y al productor, soportar que el capitalista gane a cambio de que toda la gente pueda comer carne a precio accesible.
Tendré que pagar el peceto $ 50 ó $ 60, ya sé. Y está bien. Porque es para el bien de todos.
Y lamentablemente me fui de boca con este tema, así que para evitar la tijera de Martín Barral tendré que resumir "in extremis" otras cuestiones importantes.
¿Y LOS ARROCEROS?: ¿Alguien hubiera dicho, hace diez años, que el Uruguay llegaría a ser el sexto exportador mundial de arroz?
Ese paisito despreciado por tantos argentinos (¡y por gualeguaychuenses! ¡Dios mío! Nunca pensé que esta indignidad debería padecer). ese paisito que tiene el 10% de habitantes que nosotros, es el sexto exportador mundial de arroz. Mérito de la política de apoyo al productor y al exportador, pero sobre todo, mérito de impedir que el exportador en su afán de trabajar poco y ganar mucho (la lógica pura del capitalismo, claro) no le pague al productor lo que debe.
CONAPROLE, AMOR IMPOSIBLE: Si algo envidio al Uruguay; mejor dicho, entre las muchas cosas que envidio al Uruguay; es el dulce de leche Conaprole.
Manjar de los manjares, amor de mis amores, reina mía, qué me hiciste.
Luego de esta declaración de amor a una Cooperativa láctea mucho más eficiente que Sancor (aunque nos duelan las tripas al decirlo), debemos ir a lo que importa.
La expòrtaciones lácteas del Uruguay han llevado al paisito hermano a ser el onceavo exportador de productos lácteos en el mundo entero.
La República Oriental del Uruguay ocupa hoy el puesto número 11 entre los exportadores lácteos del mundo entero, exportadores liderados por Conaprole, claro, que se ha diversificado y tecnificado tanto, que es un ejemplo a seguir.
Basta entrar en www.conaprole.com.uy para empezar a envidiar.
Pero es otro ejemplo de que se remunera debidamente al productor y al trabajador (casi no hay trabajadores en negro en la industria láctea oriental) y con una política agresiva y racional, transformaron a la industria láctea oriental en la 11ª del mundo. Y avanzan por más...
¿No es como para ponernos a repensar los malditos prejuicios xenófobos que tienen algunos argentinos, y entender que solamente trabajando juntos en el Mercosur podemos ser lo que quería nuestro héroe Artigas?
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