En un capítulo especial de Halloween, Homero (Simpson, claro) ingresa en un cuarto para elegir para presidente. “¡Quiero votar por Obama, es hora de cambiar!”, grita. Aprieta el botón de la máquina electrónica, que le da el voto a John McCain, para terminar siendo tragado y escupido en un charco de sangre.
En esa pequeña e irónica escena se condensa la idea que impulsó a Russell Michaels, Simon Ardizzone y Robert Carrillo Cohen a realizar el documental Hacking Democracy, que estrena hoy el canal Infinito a las 22: una producción de 2006, emitida originalmente por HBO, que desnuda las deficiencias del sistema de voto electrónico en Estados Unidos.
A diferencia de otros grandes documentales como Sicko o Super Size Me, donde el tema explorado compite en importancia con las habilidades insidiosas de conductores o protagonistas como Michael Moore y Morgan Spurlock, en este film de 81 minutos el eje lo lleva una voz en off. Los hechos y las imágenes de archivo hablan e indignan por sí solas. El locutor acompaña la cruzada emprendida por una tal Bev Harris –abuela, publicista y escritora de Seattle– y un grupo de activistas que un día se dedicaron a golpear puertas y hacer preguntas para constatar si funciona bien o puede ser manipulado el sistema electrónico que contabiliza el 87% de los votos.
Crítica-21/2-Leer
No hay comentarios:
Publicar un comentario