Hace años que Luis y Julieta Ortega vienen planeando filmar una película juntos. Por lo menos desde que Luis, de casualidad, encontró en la casa de un amigo, el actor Walter Quirós, un libro de cuentos del japonés Yukio Mishima que incluía el relato Muerte en el estío, una sutil y a la vez trágica crónica de un doloroso drama familiar: un matrimonio pierde dos hijos en un incidente ocurrido en una playa, y a partir de allí se produce una enorme transformación en la vida de esa madre desesperada que “va profundizando gradualmente la locura de la pérdida a lo largo de la historia, aunque quizás, Luis prefiera que no use la palabra locura, ¿no?”, pregunta Julieta, mirándolo. “Es que yo hablaría de locura. Lo que hoy se conoce como ataque de pánico o delirio paranoico para mí es un pico de lucidez. Creo que se puede ver esto desde un lado patológico o desde otra perspectiva. En vez de medicar ese síntoma, en el trabajo de guión con Alejandro Urdapilleta lo potenciamos –amplía–. Usamos el pánico como motor de la lucidez. La protagonista pone en acción la película a partir de esta desgracia.”
Perfil-28/2-Leer
No hay comentarios:
Publicar un comentario