Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en el mundo existe suficiente comida a pesar de que aumenta el número de desnutridos por la falta de acceso de los sectores más pobres a esos bienes.
La crisis alimentaria, agravada por la creciente subida de los precios, es una de las principales consecuencias de la recesión que estalló en 2008.
Sin embargo, analistas consideran que la tendencia alcista de los precios de los alimentos continuará en los próximos años, lo cual afectará sobre todo a los países subdesarrollados e importadores de petróleo y de energía en general.
Al respecto, el doctor Ramón Pichs, del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial (Ciem) de Cuba, afirmó que dicha crisis constituye un problema apremiante por su impacto directo en la calidad de vida de las personas.
Pichs explicó que entre las causas de la volatilidad de los precios de los alimentos están los altos importes del petróleo, pues cada vez más el mercado energético determina la tendencia del agroalimentario, debido a su importancia en la cadena productiva.
También una mayor producción de agrocombustibles, ya que por ejemplo, alrededor de la mitad de la producción de agroetanol de Estados Unidos se obtiene del maíz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario