lunes, 14 de marzo de 2011

Japón, una fábrica de tsunamis radiactivos

Por Prensa Convergencia Socialista

Japón, una fábrica d...

Si uno recurriera a la metafísica, diría que el castigo de un dios no misericordioso se ha descargado sobre el pueblo japonés. O que la naturaleza tomó venganza contra una de las naciones más desarrolladas en materia de ciencia y tecnología.

Pero sería injusto restarles méritos a las multinacionales imperialistas, quienes han decidido hace sesenta años levantar un peligroso polvorín en uno de los peores lugares del planeta, por el solo hecho de contar con mucha mano de obra barata y calificada.

Que Japón sea un lugar proclive a los cataclismos pueden dar cuenta sus propios habitantes: “vivimos en las laderas de los volcanes y suspendidos sobre el océano en el cruce de cuatro placas tectónicas. Japón tiene que repensarse a sí mismo si quiere tener un futuro”, tal es la afirmación de Eiko, una anciana mujer del pueblo de Sendai.

Indymedia-14/3-Leer






El fracaso de la CIA en Cuba
Rebelión-14/3




Las noticias sobre Libia están muy distorsionadas
J.Petras-La Haine-14/3







Respuesta unitaria a la tortura en Euskal Herria
La Haine-14/3



Manuel Ugarte y los Estados Unidos del Sur
AIM-Leer





Conflicto palestino-israelí:

Carta abierta de Roger Waters, fundador de los Pink Floyd

Roger Waters · · · · ·

En 1980, una canción que escribí, Another Brick in the Wall Part 2, fue prohibida por el gobierno de África del Sur porque era usada por los niños negros sudafricanos para reivindicar su derecho a una educación igual. Ese gobierno del apartheid impuso un bloqueo cultural, por así decir, sobre algunas canciones, incluida la mía.

Veinticinco años más tarde, en 2005, niños palestinos que participaban de un festival en la Cisjordania usaron la canción para protestar contra el muro del apartheid israelí. Ellos y ellas cantaban: “¡No necesitamos la ocupación! ¡No necesitamos el muro racista!” En ese tiempo, yo no había visto con mis propios ojos aquello sobre lo que ellos estaban cantando.

Un año más tarde, en 2006, fui contratado para actual en Tel Aviv.

Palestinos del movimiento de boicot académico y cultural a Israel me exhortaron a reconsiderarlo. Yo ya me había manifestado contra el muro, pero no creía que un boicot cultural fuese una vía correcta. Los palestinos defensores del boicot me pidieron que visitase el territorio palestino ocupado para ver el muro con mis ojos antes de tomar una decisión. Yo acepté.

Sin Permiso-13/3-Leer Completo

No hay comentarios: