La Unión Demócrata Cristiana (CDU), de la canciller Angela Merkel, sufrió un duro golpe en su principal cita electoral del año. Se trata del estado de Baden-Württemberg, un bastión que la CDU gobierna de forma ininterrumpida desde 1953 y que podría pasar a manos de los opositores socialdemócratas y "verdes". El partido de Merkel, que ya perdió en lo que va de la legislatura otros dos estados, Renania del Norte-Westfalia y Hamburgo, se ve así más debilitado de cara al final de su gobierno, en 2013.
De acuerdo con las primeras cifras, la CDU obtuvo en Baden-Württemberg alrededor del 38 por ciento de los votos y perdió cerca de seis puntos respecto a los comicios de 2006. El Partido de los Verdes efectuó un salto a entre el 24 y el 24,5 por ciento (frente a 11,7 por ciento de 206). Los socialdemócratas (SPD) cedieron poco menos de dos puntos, para ubicarse en el 23,5 por ciento. De esta forma, "verdes" y socialdemócratas contarían con la mayoría necesaria para desbancar a los democristianos del gobierno de Stuttgart después de casi 60 años y un político "verde" podría encabezar por primera vez un gobierno regional en Alemania.
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