-¿Un nuevo síntoma sudamericano?
Al escuchar que la presidenta de la república tiene lo que algunos medios y el secretario de comunicación oficial llamaron técnicamente carcinoma, y que los demás denonimaron lisa y llanamente cáncer, tuve una serie de sensaciones políticas que se fueron haciendo cada vez más fuertes a medida que investigaba distintas fuentes en internet sobre el carcinoma tiroideo o carcinoma papilar de tiroides, como fué anunciado por el propio gobierno argentino.
La imagen de Cristina Kirchner se suma a la Hugo Chávez y Lula da Silva con la misma enfermedad, así que la primer sensación fué que era algún síntoma sudamericano de algo. Al iniciar la primera búsqueda de información en internet, encontré en la Wikipedia que éste tipo de cáncer se ve en personas que han tenido exposición a alguna radiación, y que el desarrollo de ésta enfermedad específica en el caso de algunos niños “ha sido vinculado a las pruebas de bombas atómicas realizadas en las islas Marshall y el desastre nuclear de Chernobyl en 1986 en Ucrania” (1).
En seguida asocié la guerra atómica y química con Monsanto. El Round Up, veneno de esa empresa transacional norteamericana con el que se fumiga hoy y se envenena nuestra tierra y nuestro ambiente, es un experimento más derivado de aquel “agente naranja” mortífero y también criminal que Monsanto producía para la guerra imperialista que el gobierno de EEUU desarrollaba contra el heroico pueblo de Vietnam.
Se me apareció fuertemente la idea entonces de que el cáncer de los presidentes sudamericanos era un nuevo síntoma político y ambiental de nuestra época, o por lo menos una metáfora dura y fuerte de éste tiempo. Un resumen doloroso, contradictorio y sintomático de nuestras sociedades saqueadas, administradas y envenenadas.
Más que un ataque químico o biológico innovador de alguien, nos parece el síntoma político, ecológico y biológico -más que nunca, en el Siglo XXI, los tres síntomas son un síntoma- de la continuidad de las estructuras hegemónicas del extractivismo, de la dependencia, del saqueo y de la contaminación y destrucción de nuestro ambiente y del mundo de la vida.
La excelente y provocadora explicación de la causalidad de éste tipo de cáncer realizada por el médico especialista Sergio Schlimovich en una entrevista de AIM, la Agencia de Informaciones del Mercosur, nos terminó de decidir a escribir éstas líneas como aporte a la reflexión crítico-práctica colectiva. Schlimovich dice claramente que, “hiperestrés, pesticidas, perfumes y cosméticos de uso diario, entre otros factores, serían algunos de los disparadores de esta patología”, y que, “se detectó la disrupción de ciertas moléculas blanco causados por los DE -Disruptores Endocrinos- que se utilizan en cosméticos, pesticidas y plastificantes, así como en el consumo de compuestos derivados de las plantas que contienen vestigios de insecticidas” (2).
Para el experto, dice la nota de AIM, “lo correcto sería indagar minuciosamente sobre los niveles de exposición a diversos químicos con acción disruptora endocrina (comprobada o sospechosa), y yo recomendaría comenzar por los perfumes y los cosméticos que contienen, por ejemplo, ftalatos, que pueden ser fácilmente absorbidos por contiguidad; es decir, a través de la delgada piel del cuello hacia la glándula tiroides. Luego, habría que identificar una variedad de otros contaminantes tóxicos persistentes (CTP) que se absorben por otras vías...”. Y categóricamente, afirma Schlimovich, que “Sea cual sea el tipo de cirugía que se le practique, está claro que se removerán las consecuencias de la enfermedad pero no las causas que pudieron provocarla”.
El desafío es curar el cáncer e ir más allá de una operación, al debate sobre nuestras condiciones de vida del presente y del futuro. Como ha dicho José Castillo en una excelente intervención que circula en Facebook, estaremos alerta ante cualquier uso político que el oficialismo quisiera hacer sobre la enfermedad de la presidenta y rechazamos también la bajeza de los que se puedan alegrar de ésta penosa situación. Deseamos que Cristina se cure, deseamos la profundización del debate político y de la lucha popular en Argentina y en Latinoamérica, y deseamos también que el tratamiento de los problemas de todos y que la prevención en salud llegara con la misma rapidez con que se diagnosticó y se atiende a la presidenta de la república.
Mauricio Castaldo
29/12/2011
mauriciocastaldo@yahoo.com
NOTAS:
“Cáncer papilar tiroideo”, en Wikipedia, http://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%A1ncer_papilar_tiroideo
“Cáncer de tiroides: ¿Casualidad o causalidad?”, en http://www.aimdigital.com.ar/aim/2011/12/28/cancer-de-tiroides-%C2%BFcasualidad-o-causalidad/
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