La calle es sólo para transitar, ir a trabajar, estudiar, para caminar, tomar un café o encontrarse con amigos, pero nunca para vivir...
Por: Elena Luz González Bazán (especial para ARGENPRESS.info)
22/7
Porque las autoridades y la sociedad en su conjunto admite esta realidad como una postal turística. El Centro Educativo Isaura Arancibia debe continuar su tarea…
El Centro Educativo Isauro Arancibia está ubicado en el tercer piso de Humberto Primo 2260, en el barrio porteño de San Cristóbal, es un lugar donde van los chicos y chicas, los niños y niñas en situación de calle, aquellos que están en las estaciones de Retiro, Constitución u Once.
Esta escuela, nos cuentan desde el comunicado que nos enviaron hacia finales de junio de este año, comenzó a funcionar en 1998.
Eran los tiempos del final del menemismo, pero las profundas secuelas de su debacle quedaron a la vista. La desocupación produjo una potencialidad brutal en nuestras calles nacionales y en las de la Capital Federal más, porque los habitantes del conurbano se llegaron hacia la ciudad en la necesidad irremediable de sobrevivir.
Por ello y a partir de ese momento de su creación comenzó a recibir jóvenes en situación de calle, provenientes de las estaciones de Constitución, Once y Retiro de esta ciudad.
Este Centro articula sus actividades con el Programa Puentes Escolares, el cual tiene por objetivo vincular al joven en situación de calle con la escuela, y a través de ésta, con diferentes instancias de socialización en los temas sustanciales de salud, vivienda, trabajo y otros. Este programa también fue incentivado y llevado adelante en distintas asambleas barriales de la Ciudad, como el caso concreto de la Asamblea de Juan B. Justo.
Luego de casi diez años de un largo recorrido, funcionando y dando un lugar a los chicos, en el 2007: ¨el Centro Educativo Isauro Arancibia dio un salto cualitativo, transformándose en el único centro educativo de todo el día, donde los alumnos no sólo reciben la instrucción básica para terminar sus estudios primarios con certificación oficial expedida por la Supervisión de Centros Educativos dependiente del Area de Educación del Adulto y del Adolescente del Ministerio de Educación del gobierno de la C.A.B.A, sino que reciben capacitación en oficios, talleres de arte, comen, desayunan, almuerzan, realizan trayectos específicos de atención en salud, se suman a colectivos de vivienda, y se incorporan a bolsas de empleo¨.
A partir de 2008, asume la nueva Directora en el Area de Educación del Adulto y del Adolescente, Leticia Piacenza, y la nueva Supervisora de Centros Educativos, Patricia Castagna. Estas nuevas autoridades, amparadas por un contexto más amplio de retracción de políticas sociales integrales han intentado sistemáticamente desarticular este centro, tanto en su organización interna como en sus fundamentos, se sostiene en el documento enviado a la prensa.
El otro problema grave que denuncian es el desconocimiento hacia la coordinadora Susana Reyes, ¨quien no sólo ha fundado este centro, sino que es el referente que históricamente lleva adelante la tarea de articular todas las instancias que convergen en el mismo. Se pone de manifiesto una persecución de índole ideológico por cuanto esta docente porta una trayectoria de lucha en defensa de los derechos humanos desde su condición de ex detenida desaparecida y su actitud consecuente en defensa de los más desfavorecidos¨.
Por este motivo, la UTE -Unión de Trabajadores de la Educación- junto a los trabajadores contratados y del Centro Educativo Isauro Arancibia, decidieron el estado de alerta ante el avance del Ministerio de Educación de la Ciudad convocado para el viernes 27 de junio pasado a una movilización al Ministerio de Educación con cese de actividades en horas del mediodía.
Con el acompañamiento de organismos de Derechos Humanos, El Centro Isauro Arancibia que lleva el nombre de un prestigioso educador asesinado junto a su hermano en la provincia de Tucumán.
Francisco Isauro y Arturo René Arancibia fueron asesinados el 24 de marzo de 1976 por personal civil y policial en el local de la Agremiación de Educadores de la Provincia (A.T.E.P.) donde residían. Francisco Isauro había recibido amenazas de la Triple A.
Este centro cuenta con una historia de contención hacia los niños, niñas y adolescentes entre 11 y 20 años que están en la calle, aunque siempre hay excepciones y han intentado no dejar afuera a quienes han acudido a pedir ayuda, educación, contención.
Dicho proyecto aunando Puentes Escolares con el trabajo del Centro está asentado en la idea de hacer de la escuela, el eje articulador de todo un proceso de inserción social, en términos de una construcción integral de ciudadanía, no sólo en el plano de la enunciación de derechos sino en el nivel de cumplimiento efectivo de los mismos. Actualmente, el centro recibe alrededor de 120 jóvenes en situación de calle, muchos de los cuales asisten con sus hijos menores de cinco años, otros veinte pequeños niños y niñas que concurren al jardín que se abriera para asistirlos, dependiente del Area Inicial.
El comunicado continúa que ¨se ha desmantelado la oferta de cursos de Formación Profesional, y se pretende una reestructuración que tendría como objetivo únicamente la reincorporación de los jóvenes en situación de calle en la escuela, cuando el objetivo de este proyecto es mucho más amplio ya que tiene que ver con exigir recursos públicos para desarrollar políticas sociales con miras a reconstruir redes y ofrecer a los sectores más vulnerados el andamiaje necesario, no sólo para que permanezcan en la escuela sino para que logren un verdadero proceso de reafiliación social¨.
La formación profesional, un oficio para desarrollar conlleva a salir de la calle y no tener que soportar los malos tratos, la indiferencia y ser abridores de puertas, pedir limosnas, vender estampitas u otros objetos con los cuales hacen más llevadera sus vidas. Prostituirse por monedas, o lo que es peor por pasta base en los mejores casos o paco lo habitual.
Susana Reyes es la responsable, coordinadora de este Centro lleno de vida y esperanza, ella fue la encargada desde la Dirección de Adultos y Adolescentes del Ministerio de Educación de la Ciudad, de abrir un centro de alfabetización en la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) que tuviera como principales destinatarios a los integrantes del Movimiento de Ocupantes e Inquilinos y de la Asociación de Mujeres Meretrices Argentinas.
Es entonces que comenzó también a conectarse con el Servicio Paz y Justicia (SERPAJ), que ya contaba con un programa de operadores de calle para contener a los chicos que dormían en Constitución. Así, llegaron al centro de alfabetización los primeros adolescentes: Analía y Luís, que poco a poco fueron acercando a sus amigos, relatan a todos los que quieran conocer más profundamente esta labor social y humana.
Luego de mucho andar y buscar lugar, pensar en una Fundación, el Ministerio de Educación aceptó la propuesta de los docentes y este espacio se transformó en el Centro Isauro Arancibia, y comenzó a funcionar en un espacio que cedió la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA).
La defensa de la escuela, la enseñanza-aprendizaje, la vida y la justicia debe ser un compromiso de todos. El mejoramiento es una necesidad de todos los días, de toda la existencia humana. Seguramente hay mucho por mejorar, ampliar y trabajar, pero sustancialmente deben seguir siendo los espacios que contienen a ¨los excluidos de un modelo¨ que no trepidó en arrojarlos al infierno.
Ellos, nuestros niños, no son de la calle en realidad son una bofetada a una sociedad que ha mirado esquivamente.
Mientras muchos hablan de futuro, ellos sólo tienen presente; porque ellos, sólo viven el presente… el futuro es hoy, no mañana.
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