AGENCIA DE COMUNICACIÓN RODOLFO WALSH
Integrante de la Red Nacional De Medios Alternativos
Lunes, 22 de diciembre de 2008
A 7 años de la rebelión popular del 19 y 20 de diciembre de 2001
"Se quedaron todos" lapidariamente se escucha decir como para dar por finiquitada la lucha del 2001. Concluida y en derrota porque pedíamos "que se vayan todos" y no se fue nadie. ¿Es tan así? ¿Una vez más fuimos derrotados?
Nos preguntamos por la experiencia vivida, los caminos recorridos, las herencias y aprendizajes de la rebelión popular del 2001.
Lo que sigue es una creación colectiva de CONTRAPUNTO (Tucumán), ORGANIZACIÓN Y RESISTENCIA (Neuquén) y AGENCIA WALSH (Buenos Aires).
Fábricas que se cierran: fábricas que se recuperan
A Zanon, el 19 y 20 de diciembre del 2001, los encontró en plena lucha, justo cuando un sin número de telegramas de despido llegaban a muchísimos otros hogares del país. En medio de ese clima, se quedaron apostados frente a la fábrica para recuperarla y producir. Ese mismo poder colectivo que encontraron en la calle lo trasladaron a la producción obrera cuando decidieron poner en marcha la fábrica. Desocupados/as, estudiantes, artistas y organizaciones sociales son parte hoy de uno de los proyectos mas referenciados a nivel internacional por su capacidad colectiva.
ORGANIZACIÓN Y RESISTENCIA (Neuquén) entrevistó a Raúl Godoy, miembro del Sindicato Ceramista y obrero de FaSinPat (Fabrica Sin Patrones)
El 19 y 20 de Diciembre de 2001:
El camino aun esta en construcción
Los hechos de Diciembre del 2001, no pueden verse como hechos aislados dentro de la historia de los levantamientos populares. Se encuentra estrechamente ligado a las consecuencias de la última dictadura militar de 1976, y a los nefastos gobiernos que le siguieron (Alfonsin, Menem, De la Rua, Duhalde, los Kirchner) quienes continuaron y aun continúan con las políticas neoliberales e implementando el mismo plan económico de aquella época. Aunque hoy como gobiernos institucionales se auto titulan como "democráticos".
Represión, ausencia de justicia, impunidad, desocupación masiva, precarización laboral, contaminación y abuso por parte de las grandes empresas de los recursos naturales son esas continuidades.
Escribe CONTRAPUNTO (Tucumán)
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Creación colectiva de prensa alternativa: CONTRAPUNTO + ORGANIZACIÓN Y RESISTENCIA + AGENCIA WALSH
A 7 años de la rebelión popular del 19 y 20 de diciembre de 2001
"Se quedaron todos" lapidariamente se escucha decir como para dar por finiquitada la lucha del 2001. Concluida y en derrota porque pedíamos "que se vayan todos" y no se fue nadie. ¿Es tan así? ¿Una vez más fuimos derrotados?
Los enemigos del pueblo tienden siempre a aislar las luchas, desconectarlas de la historia, como decía Rodolfo Walsh, de esta forma se ven las cosas parcializadas, fragmentadas y no en desarrollo. ¿Fracasaron las asambleas? ¿Cómo se mide el éxito de un proyecto? Es verdad que las movilizaciones, asambleas y los distintos espacios de participación directa se redujeron en número en relación con los primeros meses de furor del 2002. Éstos fueron fruto de una acumulación de experiencias de luchas desde mediados de los 90`, lo que nos cabe evaluar es su trayectoria, su proceso, el lugar que fueron y van ocupando en la construcción de un proyecto colectivo para transformar la sociedad.
Uno de los aspectos más fuertes y contundentes que traen las asambleas es su método, el método asambleario para decidir. ¿Quienes hicieron históricamente asambleas? Los trabajadores. Entonces se vuelve al corazón de una vieja (eterna) lucha. En el 2001 resurgen en la escena como asambleas barriales, fenómeno genuino y herencia de la lucha obrera, estas asambleas que se animaron a pensarse como una organización y a transitar otra forma de construcción social.
Hoy ese espíritu subsiste y crece en distintos ámbitos, hay una continuidad de lo asambleario en la lucha ambiental, con la Unión de Asambleas Ciudadanas y las distintas regionales del país, en las fábricas recuperadas y en los bachilleratos populares, para dar algunos ejemplos. Y resurge también como retoño en otros actores que parecían desaparecidos como los estudiantes. Jóvenes camadas de luchadores obreros, son hijos del espíritu del 19 y el 20. Los trabajadores organizados vuelven a ocupar el centro de la escena en las luchas (ferroviarios, docentes, etc.) por el salario, por recuperar condiciones de trabajo arrebatadas durante el menemismo y por recuperar su dignidad. Luego del duro golpe de los noventa, ese espíritu se recobra para arrancar de nuevo.
En las luchas presentes confluyen tradiciones de los 70's y nuevas prácticas. Si bien las luchas campesinas y de los pueblos originarios son anteriores al 19 y 20, el 2001 permite que cobren visibilidad y den un salto cualitativo en el que parte de la sociedad reconoce su lucha y se solidariza uniéndolas a la lucha general por el cambio social.
Los medios alternativos también somos, en parte, hijos del 2001, resurgen y se crean distintos espacios de comunicación alternativa que sostienen y visibilizan las luchas de las que hablábamos. Mientras los medios masivos, cada vez más flacuchos parecieran decir "nada por aquí", la alternatividad se convirtió en necesidad y se transformó en "todo por acá", dando espacio y vía a nuevas voces, nuevos actores, nuevas luchas, sosteniendo, dando aire, comunicando en la urgencia y rompiendo la soledad.
Surgió con fuerza la necesaria construcción de alternativas que rompan con las estructuras verticalistas y las prácticas que reproducen, aún con un discurso contrahegemónico, el poder del sistema. Se abrieron debates sobre temas centrales como la horizontalidad, la necesidad de una construcción de poder distinto y que se oponga al dominante y se edifique desde la práctica diaria y cotidiana en los distintos ámbitos políticos.
Lo que nos falta. Y lo otro, lo que nos faltó.
Kirchner había sido el cambio posible en ese momento. ¿Hasta dónde llega el cambio de un pueblo? Kirchner es un hijo del 2001, pero un hijo bastardo, el discurso de K en parte se apropió de consignas centrales de ese 2001, para subir (sostenido por el aparato duhaldista) utilizó todas las banderas, las luchas, las palabras que se gritaban y todos los símbolos para convencer, buscando recuperar el consenso perdido.
El juicio a los militares fue un logro de la lucha de los organismos, no del gobierno de Kirchner.
Por eso se agota rápidamente, porque no es un cambio, es una continuidad del viejo modelo. El poder siempre tuvo la alternativa golpista, pero para eso necesita consenso y hoy no lo tiene.
La represión con la que hoy ataca es la consecuencia de este vacío de poder. Criminalización de las protestas y los métodos de lucha, cada vez más presos políticos en el gobierno de los DDHH, son el rostro de este gobierno.
No perdimos ni vamos perdiendo, no es un monstruo que no se puede enfrentar. Si reprimen es por que estamos levantados.
Queda revisar ¿por qué no se pudo avanzar más allá? Tal vez, como dice Rubén Dri en su libro La revolución de las asambleas, el que se vayan todos encerraba una no-propuesta. Las consecuencias hoy son divisiones en el campo popular, sectarismo, falta de unidad, falta de escucha de organizaciones con viejas prácticas que funcionan como corporaciones que se defienden a sí mismas, en vez de pensar en colectivo.
Pero ¿Que nos faltó? Tal vez debatir qué nos pasó, reflexionar, profundizar, pensarnos otra vez.
El futuro está abierto, tenemos desafíos a construir. Los que dicen que el 2001 fue una rebelión que se apagó, no pueden ver el fuego de nuestra lucha, que pese a todo, está más viva que nunca. No nos sentimos derrotados. No existe la derrota: vos estas leyéndonos.
Colectivos de prensa alternativa
CONTRAPUNTO + ORGANIZACIÓN Y RESISTENCIA + AGENCIA WALSH
AGENCIA DE COMUNICACION RODOLFO WALSH
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Fábricas que se cierran: fábricas que se recuperan
Por OyR
Hace siete años estaban como muchos/as argentinos/as. Las políticas neoliberales los había llevado a conocer un camino de lucha que aún hoy continúan recorriendo. De esta manera drástica, las obreras y los obreros de Zanon conocieron la calle por demás agitada y movilizada de diciembre de 2001, justo cuando un sin número de telegramas de despido llegaban a muchísimos otros hogares del país.
Apostados frente a la fábrica, se quedarían ahí para recuperarla y ponerla a producir. Pero el mismo poder colectivo que encontraron en la calle fue el que trasladaron a la producción obrera cuando decidieron poner en marcha la fábrica. Desocupados/as, estudiantes, artistas y organizaciones sociales son parte hoy de uno de los proyectos mas referenciados a nivel internacional por su capacidad colectiva.
Entrevistamos a Raúl Godoy, miembro del Sindicato Ceramista y obrero de FaSinPat (Fabrica Sin Patrones), en las afueras de la Casa de Gobierno Provincial. Mientras tanto, una delegación de obreros/as de la fábrica se reunían con el Ministro de Gobierno, Educación y Justicia de Neuquén, Jorge Tobares. Reunión de la que salió el proyecto de Expropiación de Zanon con advenimiento.1
¿Cómo los encontró aquel 19 y 20 de Diciembre del 2001?
Nos encontró en plena lucha. Nosotros veníamos de meses de estar en las carpas resistiendo el cierre de la fábrica. Pero en las carpas estábamos afuera, todavía no se había producido la ocupación y puesta en producción, sino que estaba en debate. Estaba latente la propuesta de hacerlo, pero había compañeros que estaban indecisos. Mientras tanto, se hacían fondos de huelga y se trabajaba muchísimo con la comunidad.
El 19 y 20 fue una bocanada de aire enorme, fue como si se rompiera un dique y allí entramos todos. Es por eso que en la gestión obrera nos sentimos que somos parte e hijos de ese 2001, porque fue la fuerza que necesitábamos para ir un poco más a la ofensiva.
Porque veníamos que estaban los compañeros desocupados con todo el movimiento piquetero dando la pelea por planes, trabajo y demás; los ahorristas que rompían los bancos a martillazos, las asambleas populares que estaban surgiendo en las ciudades más importantes y sabíamos también que en varias fábricas estaba esto de retener y mantener los puestos de trabajo. Ahí fuimos a fondo, creímos que era el momento, no estábamos solos, éramos parte de ese movimiento y podíamos ocupar la fábrica y ponerla a producir.
De alguna manera, ese empuje nacional, esa situación que significó el 2001 con sus jornadas revolucionarias, fue el envión final para tomar la decisión e ir hasta el hueso en la fábrica. Pero fue ocuparla y no solamente eso, sino también pensar que esa fábrica la podíamos poner en producción.
Veníamos de meses de no cobrar un centavo, de estar recogiendo algún alimento, algunas bolsas que nos acercaba la comunidad. Cambiamos un volante por un alimento. Y justo en esos días salió un fallo de una Jueza que decía que nos paguen una parte de los sueldos en cerámicos. Pero nosotros ya habíamos logrado arrancar un parte del stock que había en la fábrica y estábamos vendiendo para poder comer.
Estando en ese proceso, fuimos parte de las movilizaciones de la región junto a otros sindicatos, organizaciones políticas, de desocupados. Es decir, nos enganchó en la calle.
-A siete años de la crisis del 2001, estamos ante una nueva crisis económica, más global y larga. ¿Cómo los encuentra a ustedes este proceso?
Mucho mejor armados desde el punto de vista de que hay una experiencia hecha, creo que esa experiencia tiene mucha validez para nosotros y para el conjunto de los trabajadores. Saber que las fábricas no andan solas, que las hacemos andar los laburantes y no hacen faltan patrones, que no tenemos que resignarnos a un despido, a un subsidio o a una indemnización. Son nuestros lugares de trabajo. Los patrones y los capitalistas en estas crisis pierden un poco de ganancias, a nosotros en cambio se nos va la vida, nos destruyen, destruyen nuestras familias y nuestro futuro. Entonces ahí están las fábricas, los lugares de trabajo, para ocuparlas y ponerlas a producir.
Entonces, desde ese punto de vista nos encuentra mejor armados y con una experiencia hecha, porque en esa época también algunos compañeros decían: "hagámoslo, pero ya va a venir alguna solución de acá o de allá". Entonces esa experiencia de lucha con el estado, con el gobierno, los ministerios, y gracias también a las organizaciones solidarias que nos apoyaron, fue un paso importante.
Creo que uno de los aprendizajes que nos dejó ese 19 y 20 fue la unidad, ocupados, desocupados, la gente de la universidad, los compañeros de los movimientos sociales; la lucha no se va al interior de la fábrica solamente, nace ahí, pero sale, cruza el portón, la ruta, se va al barrio. Desde ese punto de vista hay un aprendizaje enorme, que esto de la solidaridad de clase no termina en otro compañero laburante de otra fábrica, se extiende también al conjunto de la comunidad y eso es importante tomarlo hoy, porque esto no es una lucha gremial, no es una lucha sindical, es una lucha netamente política y en ese sentido los trabajadores hemos hecho una experiencia y tenemos que levantarla hoy. Además, es muy fuerte para las nuevas camadas, porque a diferencia del 2001 hoy las fábricas están llenas de jóvenes laburantes. Como hubo cierta reactivación económica en estos años, se calcula que hay mas de tres millones de nuevos puesto de trabajo en donde hay jóvenes que no permitieron ningún despido y se movilizaron mas allá de la burocracia, como fue en Iveco en Córdoba, en Wolsvagen y demás,
Es por eso que estamos mejor, con experiencia, la pelea va a ser grande y con final abierto, y los ceramistas estamos dispuestos a dar esa pelea.
1. Ver más información en www.oyr.org.ar
AGENCIA DE COMUNICACION RODOLFO WALSH
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El 19 y 20 de Diciembre de 2001:
El camino aun esta en construcción
Por Contrapunto
Los acontecimientos de Diciembre del 2001, no pueden verse como hechos aislados dentro de la historia de los levantamientos populares. Se encuentra estrechamente ligado a las consecuencias de la última dictadura militar de 1976, y a los nefastos gobiernos que le siguieron (Alfonsin, Menem, De la Rua, Duhalde, los Kirchner) quienes continuaron y aun continúan con las políticas neoliberales e implementando el mismo plan económico de aquella época. Aunque hoy como gobiernos institucionales se auto titulan como "democráticos".
Durante aquellas jornadas de Diciembre los canales de televisión mostraban cacerolazos, saqueos y piquetes en las puertas de grandes supermercados por parte de los desocupados. Este panorama empeoró cuando a partir del 19 de diciembre se inicia la violenta represión contra los manifestantes por parte de la policía, que dejó como fatal consecuencia a 38 personas muertas y muchas más heridas y detenidas.
La sucesión de los gobiernos desde entonces, no ha cambiado demasiado la situación, ni en cuento a lo social, ni tampoco han satisfecho las demandas que desencadenaron las protestas de aquel pasado 2001. Hoy en Tucumán se sigue reprimiendo a cualquier manifestación en contra del gobierno de manera impune, claros ejemplos de esto son los jubilados pidiendo, exigiendo, por el 82% móvil o en el caso de las personas que se manifestaban en contra del aumento del cospel y además de no ser escuchados, fueron salvajemente golpeados.
Por el lado de la justicia, podría decirse que las luchas populares abrieron paso a los juzgamientos de los represores y asesinos de la última dictadura militar; sin embargo quedan varias cuentas por salvar. Como ser los cientos de causas que aun faltan llevar a juicio oral, muchas de ellas podrían estar unificadas en centros clandestinos de detención. El dictado definitivo de la cárcel común, perpetua y efectiva para todos los cómplices y participes en las torturas, desapariciones y muertes durante el '76. Demanda que quedo pendiente, con Antonio Bussi condenado a prisión perpetua, pero en un country de lujo.
Otro punto es que tanto en el poder ejecutivo y judicial continúan ejerciendo funciones personajes de la dictadura. Caso de René Goane, Francisco Sassi Columbres y Mauricio Guzmán entre otros. Lo que demuestra que no se tienen intenciones reales por parte del actual gobierno de concluir con este periodo de impunidad que se viene dando por décadas.
Van ya mas de dos años del asesinato de Paulina Lebbos todavía no hay ningún detenido. Como así también de los casos de cientos de familias que fueron victimas de la impunidad. Hechos que demuestran que el aparato represivo sigue en pie.
Actualmente en nuestra provincia, se sigue aplicando una política similar a la nacional, con su doble discurso el gobernador Alperovich, quien pretende hacer creer que la desocupación ya no es un problema grave, pero esta ronda el 11.5 % siendo la más alta de todos los conglomerados urbanos del país.
La reciente instalación de mega empresas en la provincia camufladas bajo "más y mejores puestos de trabajo" son un ejemplo del apoyo de este gobierno a las empresas imperialistas, es el subsidio y la eximición de impuestos para la instalación de call centers, supermercados y shoppings. Teniendo en cuenta que se trata de lugares en los que hay un acceso restringido para algunos sectores postergados de la sociedad y que la mayor parte de las ganancias que las multinacionales obtienen, se van de la provincia.
El disfraz que tuvo nuestra provincia durante el mes en la que fue cede de la Cumbre del MERCOSUR, también fue un mero derroche de dinero, duro menos que un pestañeo. Hoy se puede ver que todos los adornos ya no están y que el gasto salio de los bolsillos de los tucumanos y tucumanas.
La complicidad del gobierno provincial y la Universidad Nacional que permiten que MINERA ALUMBRERA siga contaminando al pueblo es algo que no se oculta y que tampoco sale en los medios masivos de comunicación. A pesar de lo sinistro del hecho se ha logrado que se conformen nuevas y mas organizaciones que tiene como objetivo combatir el abuso por parte de las grandes empresas de los recursos naturales, concientizando a la población sobre la problemática ambiental, exigiendo leyes al estado y denunciando a las firmas contaminantes.
Un foco importante para la organización se trata de las universidades. Actualmente con casi 10 centros de estudiantes dirigidos por la derecha (Franja Morada) quienes sirven directamente a las autoridades del Rectorado, lo que deja ausente toda critica y por ende una gran desventaja representativa por parte de los estudiantes.
La falta de respuestas por parte de las autoridades gobernantes también dificulta la lucha de los pueblos originarios por recuperar y por disponer de sus tierras ya que son ellos quienes las habitan desde hace años y quienes deben administrarlas y decidir sobre las mismas, un caso puntual de la Comunidad India Quilmes y el reclamo por el manejo de su Ciudad Sagrada, así como tantas otras en nuestra provincia y en el Norte restante. Las autoridades pretenden arrancárselas para poder explotarlas y sacar ganancias sin importarles la transmisión de la cultura de cada pueblo, y lo que para ellos significa.
Todos y cada uno de estos puntos dejan en claro que aun faltan muchos obstáculos que superar y que muchos de ellos también son una continuidad de los que en su momento provocaron la revuelta del 19 y 20 de diciembre del 2001. A pesar del consenso logrado por el sistema, los principales problemas de las clases subalternas siguen sin una solución de fondo. Sin embargo debemos tener en cuenta que a partir de aquel momento muchas organizaciones se consolidaron y otros tantos comenzaron en este último período a emprender el camino de la unidad.
Ahora su lucha y organización se intensifica cada vez mas y la experiencia acumulada a partir de las resistencias de los 90 y la alta participación política a del período 2001-2003, reflejan que aunque se intenten desvincular, fragmentar y reprimir son muchos/as los/as que luchan día a día para poder generar el cambio y la transformación profunda de la sociedad.
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