lunes, 29 de diciembre de 2008

Periódico Diagonal
Rebelión 29/12

FRENTE A LA CRISIS // RESISTEN DESDE HACE UN MES LOS INTENTOS DE DESALOJO

4.000 familias toman 110 hectáreas en Buenos Aires

Ernestina Arias (ANRed) / Buenos Aires
El pasado 17 de noviembre, un millar de familias plantaron su tienda o “casillita” en un erial abandonado del sur de la ciudad de Buenos Aires. Hoy son 4.000. Es su forma de afrontar la crisis habitacional del país.
JPG - 13.3 KB
MAS DE 4.000 FAMILIAS. Participan de esta ocupación de tierras.

La crisis habitacional que viven actualmente muchas familias en Argentina no es un problema nuevo. Tanto en el siglo pasado como en el actual obtener un lugar digno donde vivir significó luchar y enfrentarse a todo tipo de hostigamiento. La solución fue organizarse y tomar los espacios que han sido negados, ya sea por el negocio inmobiliario o por la falta de política habitacional de los sucesivos gobiernos.

En 2006 un informe de Info- Hábitat, el equipo de investigadores geográficos de la Universidad Nacional de General Sarmiento, determinó que, en la provincia de Buenos Aires, desde 2001 se habían triplicado el número de villas en 24 distritos de la ciudad, concentrando allí el 85% de los asentamientos de emergencia. De 385 asentamientos registrados durante el censo de 2001 se pasó a más de 1.000, y de 638.657 habitantes registrados, a 1.144.500. 2007 no trajo mejoras. El famoso “megaplan” habitacional anunciado por el ex gobernador Felipe Solá y el ex presidente Néstor Kirchner para la construcción en dos años de 43.000 viviendas no fue cumplido y una vez más, el Estado no dio, ni da respuestas a la situación. Si sólo nos movemos cinco kilómetros al sur de la ciudad de Buenos Aires, nos encontramos con un ejemplo de lo que hasta aquí describimos. Más de 4.000 familias resisten en una toma de tierras en la localidad de Ingeniero Budge, partido de Lomas de Zamora, desde hace ya un mes.

El barrio 17 de Noviembre va creciendo, como los sueños de sus habitantes. Una extensión de unas 110 hectáreas es el escenario de la respuesta que muchos vecinos y vecinas encontraron a la crisis económica, la codicia inmobiliaria y la falta de apoyo del Estado. Al llegar, la primera imagen deslumbra por su magnitud. Un interminable horizonte de casillas se yergue al lado del Camino Negro, acceso que une esa zona del sur del conurbano con la ciudad de Buenos Aires.

“Abandono total”, es como califican estos vecinos y vecinas el estado de unos terrenos que hoy trabajan para mejorar. Quienes hoy reclaman la posesión de la tierra, los hermanos Tronconi, remarcan que ésta es una zona no habitable, inundable y contaminada, luego de tener el espacio como baldío y basural 60 años.

Trabajo comunitario

La toma se hizo el 17 de noviembre por la mañana y para la tarde ya eran casi mil familias levantando su casillita o poniendo la tienda y dividiendo en manzanas y lotes el territorio. Contar pasos, medir aproximadamente con sogas, cualquier método fue bienvenido para establecer los parámetros de cada parcela, y que éstos fueran iguales para todos. Tuvieron que padecer días calurosos y lluvias interminables. Todo junto. La lluvia trajo consigo el problema de las inundaciones. “Mi terreno vino con piscina”, ríe una vecina en referencia a un enorme charco que aún a días de haber llovido, persiste.

La Comisión de Vecinos, que organiza la toma, está conformada por 36 personas y cuenta con 90 delegados por manzana. Hay gran cantidad de vecinos de origen paraguayo y boliviano, que no tenían donde vivir en sus antiguos barrios y se sumaron a la toma. “No discriminamos por nacionalidad, todos tienen derecho a una vivienda”, nos dice Cubi, un delegado de manzana. ¿De dónde salieron tantas familias? “Muchos vivían en casas prestadas, tal vez dos a tres familias en una misma casa, todos son vecinos y vecinas de los barrios aledaños. Hoy un alquiler en Budge sale entre 600 y 800 pesos por mes. ¿Quién puede pagar eso, con muchos hijos y poco trabajo?”, señala Cubi.

Los vecinos no bajan los brazos fácilmente, a pesar de los intentos de desalojo. Hoy están pensando en armar cuadrillas de autoconstrucción. “Gente que sepa algo de albañilería, electricidad... Que puedan hacer sus casitas”, dicen emocionados, mientras esperan una respuesta favorable a la negociación entre el dueño y el Gobierno. Ellos se preparan para pasar la Navidad y el Año Nuevo en su tierra, por la que luchan.

http://www.diagonalperiodico.net/spip.php?article7011

No hay comentarios: