domingo, 28 de marzo de 2010

Guyunusa/ Ayer monos, hoy sudacas

Con el pretexto de investigaciones científicas, los nazis hicieron jabón con sus prisioneros en los campos de concentración, el ejército norteamericano derramó tóxicos en San Francisco de California y muerte en el resto del mundo, donde probó desde bombas de fósforo blanco hasta atómicas “limpias”; la medicina experimenta con indígenas americanos y con débiles en todas partes, por ejemplo en los hospitales, y los franceses de su época llevaron indios charrúas supervivientes de masacres a exhibirlos en París.

En épocas anteriores, cuando la ciencia estaba menos avanzada, no se usaba tanto como a religión como pretexto para las matanzas. “El credo que no quiere perder un alma matará 100.000 hombres”, dijo un redactor de la Enciclopedia en París con referencia al cristianismo de su época.

AIM-28/3-Leer

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