viernes, 31 de diciembre de 2010

ARGENTINA: FELIZ AÑO NUEVO A TODOS


por Flavio Dalostto

Los "años-nuevos" me producen contradicciones. Éstas, antes me perturbaban, pero hace rato aprendí a digerirlas con buscapina, y hasta les he cobrado simpatía. Supongo que se lo debo a cierto anarquismo personal, y debe ser la misma causa por la que jamás llevo relojes ni tengo muy claro el número de día en el que vivo. Menos me gusta que me indiquen cuando empieza mi año o cuando termina. Es un lío mío, lo reconozco.

Adoro secretamente cuando la oportuna lluvia "agua" la medianoche del 31, aunque mas no sea media hora antes y media hora después, y los 'cuetes' y las 'bombas' se mojan y los grandotes que esperan desde hace día para exlotarlas se quedan con una cara de orgasmo interrumpido que mata y que nos dice "¿Y ahora que hacemos?". He preferido hacer mi alianza con los pájaros que se aterrorizan en sus nidos o con los perros que se pierden o con los dedos de los niños que más de una vez salen volando para no volver jamás.

Me gustan las fiestas y ver la gente como baila o como bebe alegremente, en cualquier momento del año, cumpleaños, reuniones, celebraciones, día de la primavera. Pero las que se hacen en fin de año me molestan un poco. En muchos casos tienen algo de grotesco y mucho de hipocresía. El consumismo al palo, besos forzados, llamadas amañadas, "quedé bien con fulano", etc.

Pero sé también que no es así para todos... Para mucha gente es una ocasión importante, de unidad familiar, de balance y proyectos, de reconciliaciones, de recuerdos para los que ya no están, de alegría preparatoria de las vacaciones merecidas. Esto ya me gusta más y me resulta más fácil compartirlo. Es que para algunos el "fin-de-año" es realmente un rito, mientras que para otros es solo una ocasión más para ametrallar el aparato digestivo (los chicos de Abajo). Yo mismo no pude sustraerme, hoy, a la superstición de cortar el pasto de la vereda (antes que llegue la medianoche) que ya constituía un ecosistema propio. De alguna manera, fue como arrancar lo malo para que el año nuevo, me sorprenda "limpio" y se proyecte durante 365 días.

Por todo esto, y aunque no participo mucho, vaya a todos mis amigos, compañeros y conocidos un hermoso comienzo de Año Nuevo, que sus Sueños se realicen y sus Problemas se esfumen. Y que la pasen genial con aquellos que aman. Que lo disfruten y la alegría les dure muchos muchos días. Que así sea.

Y aquí les regalo el fragmento del Principito y el Zorro, donde hablan de los "ritos" y su necesidad.

Al día siguiente el principito regresó.

- Hubiese sido mejor regresar a la misma hora – dijo el zorro. – Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, ya desde las tres comenzaré a estar feliz. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. Al llegar las cuatro, me agitaré y me inquietaré; descubriré el precio de la felicidad ! Pero si vienes en cualquier momento, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón... Es bueno que haya ritos.

- Qué es un rito ? – dijo el principito.

- Es algo también demasiado olvidado – dijo el zorro. – Es lo que hace que un día sea diferente de los otros días, una hora de las otras horas. Mis cazadores, por ejemplo, tienen un rito. El jueves bailan con las jóvenes del pueblo. Entonces el jueves es un día maravilloso ! Me voy a pasear hasta la viña. Si los cazadores bailaran en cualquier momento, todos los días se parecerían y yo no tendría vacaciones.

Flavio

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