Hijos de inmigrantes eran los de antes. En su libro Contra la ocupación extranjera, publicado en 1968, el periodista Rogelio García Lupo enumera funcionarios y consejeros del círculo íntimo del general Juan Carlos Onganía, quien dos años antes había derrocado al presidente radical Arturo Umberto Illia, y comenta un detalle curioso: -Son hombres que casi nadie conocía, salvo en los círculos financieros, y han teñido las nóminas gubernamentales con la dificultosa pronunciación de sus nombres.
Entre los apellidos de la lista –que no son criollos ni de origen hispano o itálico– figuran Bauer (Bienestar Social), Frischknecht (Difusión y Turismo), Krieger (Economía), Hirsch (de la empresa Bunge & Born), Helbling (representante de la banca Baring Brothers en Argentina) y Van Peborgh (Defensa).
A diferencia de los actuales inmigrantes bolivianos, peruanos y paraguayos, ninguno de ellos ocupaba espacios públicos –salvo los del gobierno y la administración– ni solicitaba facilidades para conseguir vivienda, porque ya las poseían amplias, cómodas y bien ubicadas.
Además de la piel blanca, los ojos claros y los apellidos impronunciables, la característica común de los civiles cercanos a Onganía era su concepción liberal de la economía. A esto se agrega otra, también común: todos estaban vinculados directamente a empresas de capital británico y estadounidense.
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