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Desinstitucionalizar la escuela. Pensando el tema de la violencia en la escuela y en las prácticas de los jóvenes de sectores populares. ••
por Liliana Dulbecco
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El artículo que a continuación publicamos es el relato de una experiencia en un ámbito educativo formal: Una escuela media de adolescentes y adultos ubicada en un barrio empobrecido del conurbano bonaerense.
La pregunta que direccionó el relato podría enunciarse con los siguientes términos: ¿Cuáles son los probables factores que influyen en los cambios que acontecen en los estudiantes durante su escolaridad?
Esta publicación de hoy es, también, una invitación a acercar a Signos del Topo otros relatos de experiencias innovadoras en instituciones educativas formales e informales (de la Argentina y del mundo), cuyo objetivo sea atenuar en alguna medida el sufrimiento y padecer generados por las estructuras institucionales, favorecer desarrollos y potenciar capacidades, en el camino de lograr transformaciones políticas y sociales decisivas.
Es seguro que estas experiencias estarán limitadas por las condiciones materiales que imponen las políticas educativas (estatales, privadas, ONGs) y por el presupuesto destinado para educación, pero como en todas las otras áreas o ámbitos de la vida de la población trabajadora, al mismo tiempo que debemos impulsar y favorecer una lucha lúcida con objetivos estratégicos y tácticas acordes, debemos implicarnos en la solución "próxima" de los dilemas que a estas poblaciones nuestras les plantea la sociedad capitalista. (•SdT)
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“Que los jóvenes modifiquen la sociedad y enseñen a los adultos a ver el mundo en forma renovada; pero donde existe el desafío de un joven en crecimiento, que haya un adulto para encararlo. Y no es obligatorio que ello resulte agradable.
En la fantasía inconsciente, estas son cuestiones de vida o muerte.”
D. W. Winnicott
¿Qué escuela necesitamos hoy?
Para comenzar a pensar el tema de la violencia en la escuela tendríamos que analizar cuál es la estructura institucional de la misma.
El proyecto escolar moderno que surgió con el capitalismo diseñó la escuela graduada, donde un docente enseña a muchos alumnos, en un tiempo y espacio predeterminado, con roles jerárquicos preestablecidos.
Este dispositivo respondió en su momento a la necesidad de dar una solución al problema de la niñez, pautando un gobierno del desarrollo dirigido en una dirección única por los contenidos escolares manifiestos y ocultos, con el acento colocado marcadamente en lo pedagógico.
A la estructura escolar del pasado [1] se accedía a través de la representación de un aula con alumnos sentados escuchando atentamente al profesor y de una familia organizada cubriendo primarias necesidades afectivas.
De esta estructura institucional emergió la característica de la homogeneidad en las materias obligatorias, los programas establecidos, la graduación, el sistema de evaluación, las representaciones dominantes, los ideales a alcanzar.
En la homogeneidad se diluye la subjetividad, lo diferente queda excluido, lo anormal queda por fuera.
Dentro de la escuela éste es el punto generador de violencia, donde se acallan las voces del atrasado, del adicto, de la mamá adolescente, del delincuente, del changarín, del que no entiende, del que no puede.
En lo que a enseñanza media se refiere hubo en la Argentina, en los últimos años, algunos intentos de modificar este estado de cosas.
Algunas escuelas mantienen la estructura tradicional pero generan dispositivos para retener al alumnado, consistentes en un gran esfuerzo de adaptación para seguirlo y reintegrarlo a las aulas. Un ejemplo de ello es la Escuela de Enseñanza Media de la Villa 31, de Retiro, en la Ciudad de Buenos Aires, donde existe una guardería para las mamás adolescentes, se establece contacto con los trabajos precarios de los alumnos para que se respeten los horarios escolares, se toman exámenes en los institutos de minoridad para que los alumnos puedan continuar con sus estudios una vez que estén fuera de la institución.
Otras escuelas, como las de las fábricas recuperadas, han modificado más radicalmente la estructura; por ejemplo, eliminando la graduación.
¿Con quiénes trabajamos?
Ahora bien, ¿qué diferentes problemáticas afectan a los jóvenes provenientes de los sectores más marginados?: nos referimos a los jóvenes adictos, con patologías psiquiátricas graves no detectadas ni acompañadas por la familia (a veces no hay familia) ni por la escuela; a los jóvenes en conflicto con la ley; a los jóvenes trabajando en un mercado laboral flexibilizado que inviabiliza cualquier proyecto personal a mediano plazo; a los adolescentes que encuentran en el embarazo la única posibilidad de ser alguien y de tener algo.
Estas nuevas subjetividades producidas por una sociedad que atravesó cambios estructurales en los últimos años, conviven en las aulas todos los días.
Ante condiciones sociales que asfixian las posibilidades de despliegue subjetivo surgen distintas manifestaciones que podrían pensarse como formas resistenciales al aplastamiento subjetivo que padecen. [2]
En estas condiciones, nuestros pibes encuentran en la calle grupos colocados al margen de la "norma", donde pueden muy bien identificarse: pequeñas bandas delincuenciales o grupos de consumo.
¿Podrían las escuelas generar dispositivos que respeten estas nuevas subjetividades, para que a partir de allí los niños y jóvenes más golpeados por la pobreza puedan canalizar de otro modo sus vidas, ya sea trabajando, sublimando, luchando?
La disminución de la violencia dentro de la escuela “viene por añadidura”.
Estos dispositivos, desde lo pedagógico o desde lo vincular, trabajan con el caso por caso, teniendo en cuenta las singularidades, ya sea en las modalidades cognitivas y de aprendizaje, en las problemáticas personales y familiares, en las diferentes formas de vinculación.
Estos dispositivos quiebran en mayor o menor grado la estructura institucional clásica; entonces, desinstitucionalizar la escuela puede transformarse en una propuesta que implica tanto la supervivencia de la misma en términos reparadores y no iatrogénicos, como una propuesta para que los jóvenes puedan encontrar algún camino de desarrollo posible.
Relato de una experiencia en una escuela secundaria
de adolescentes y adultos de sectores populares.
¿Cómo se construyen el clima y la cultura institucional?
Desde lo pedagógico:
Se van diagramando dispositivos de acuerdo con las necesidades cognitivas y de aprendizaje de los alumnos, las situaciones de vida y los particulares modos de vinculación.
De este modo va tornándose común que los alumnos salgan del aula para recibir atención en forma personalizada para preparar una materia, un trabajo práctico, una evaluación o un tema que no se entiende o para buscar información en libros o en Internet.
Los alumnos que requieren este espacio van desde los que no tienen mayores dificultades de aprendizaje a los que por diversas causas presentan marcados atrasos.
En estos casos el acompañamiento se tornará más sistemático, al estilo de un andamiaje que se irá progresivamente retirando para ser sustituido en algunos casos por el apoyo del grupo o, ambos acompañamientos se harán en forma paralela.
También el acompañamiento individual o en pequeños grupos puede realizarse dentro del aula en conjunto con la clase grupal.
Se han armado espontáneamente pequeños grupos conformados por alumnos con complejas conflictividades psicológicas puestas en escena en el ámbito del “grupo mayor”.
En este ámbito han podido vincularse mejor y han podido finalizar sus estudios, objetivo que hubiera sido difícil de alcanzar en el grupo masificado. Se trata de generar un espacio de aprendizaje para personas con problemáticas específicas que les impide estudiar en el grupo aúlico. Éste se torna para algunos fuente de profundos temores y espacio que favorece en grado extremo la escenificación de fantasías.
Para atender a las discontinuidades en el cumplimiento de los horarios que genera el mercado laboral y las dificultades que se les presentan a las mamás de bebés, se han puesto en práctica planes personalizados de trabajo. Estos planes consisten en que, de acuerdo con la disponibilidad horaria de cada alumno, algunas materias se cursan y otras se resuelvan con la realización de trabajos prácticos y/o con distintas formas de evaluación propuestas por los profesores.
Fundamentación teórica:
El fundamento principal es la enseñanza personalizada............ seguir leyendo en
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