PRENSA - Se agradece su difusión
Por José Antonio Artusi
Kirchner dice que las retenciones son necesarias para llevar la comida a la mesa de los argentinos, pero no dice que en realidad son un gigantesco subsidio a los ricos, a la "oligarquía" que el dice detestar (pero que en realidad integra), y a los turistas extranjeros que comen en los lujosos restaurantes de Puerto Madero, cerca de sus oficinas. Tampoco dice que lo que está sacando la comida de la mesa de los argentinos, aún con estos niveles de retenciones, es la inflación, que esta descabellada política económica promueve, al desalentar la producción y reducir por ende la oferta. Kirchner sostiene que las retenciones son necesarias para lograr que los alimentos están a precios "nacionales", y no "internacionales", pero no se pregunta a qué precios va a haber que pagar la carne o la leche cuando la tengamos que importar si el se empecina en seguir siendo Ministro de Economía. Los jóvenes K critican a Alfredo De Angeli por haber dicho que "el que quiere lomo, que lo pague a $ 80, como en el Uruguay", pero no dicen que los millones de argentinos que viven bajo la línea de la indigencia no pueden comer ningún corte de carne porque les resulta inaccesible. Ocultan también - quizás ignoran - que en el Uruguay, sin retenciones a las exportaciones, el asado está más barato que en la Argentina. Y que en el Uruguay, ya que estamos, la indigencia bajó hasta casi desaparecer, gracias al Ingreso Ciudadano. Todo, sin retenciones a las exportaciones agropecuarias. Mientras acá los planes sociales clientelares siguen a $ 150. ¿Nadie les pregunta a los legisladores K porqué no aprueban una ley de comercialización de carnes que permitiría abaratar los cortes populares y a la vez obtener precios rentables para los productores por los cortes exportables ? ¿A nadie se le ocurre bajar el IVA para todos los alimentos de la canasta básica, para beneficiar a los que menos ganan? ¿Es demasiado difícil entender que para garantizar la comida en la mesa de todos los argentinos hace falta más trabajo, más producción, salarios dignos, redistribución de la riqueza en serio con programas universales, menos inflación, y no recetas absurdas que ningún país implementa? Se llenan la boca hablando de lo que van a hacer con las retenciones, pero omiten señalar que lo que han hecho hasta ahora es exprimir ilegalmente a los productores, las provincias y los municipios para transferir recursos destinados a pagar la deuda externa, subsidiar a empresarios amigos del poder, y pergeñar delirios absurdos y antipopulares como el Tren Bala. Exhiben a las retenciones móviles como si fueran la nave insignia de una política a favor de lo que menos tienen, pero se cuidan de reconocer que son básicamente un fenomenal mecanismo de transferencia de recursos a las empresas oligopólicas dedicadas a la exportación de granos y a las aceiteras, incluida la del Senador Urquía. ¿Puede concebirse algo más escandaloso e indignante que se pretenda defender como "progresista, nacional, y popular", un negociado que expolia a los chacareros argentinos y saquea a las provincias para enriquecer a Bunge, Cargill, y Dreyfus? El Gobernador de Entre Ríos dice que hay que redistribuir la riqueza, pero se olvida que si el gobierno nacional cumpliera el Art. 7º de la ley de coparticipación federal de impuestos, la provincia que administra contaría sólo este año con más de $ 2.400 millones de pesos adicionales. Sólo un pequeño porcentaje de ese monto le alcanzaría para garantizar una Renta Básica de Ciudadanía que eliminaría la indigencia, o sea la pobreza extrema en Entre Ríos. ¿Cómo pueden aún así presentarse como los paladines de la "redistribución de la riqueza"? ¿Es tal el nivel de confusión que reina en la sociedad argentina? ¿ Cómo puede exhibirse como progresista sin sonrojarse un gobierno que es una máquina de inventar subsidios y prebendas para los sectores más concentrados de la economía ? ¿Cuando los intelectuales K demonizan a los ´90, y el "neoliberalismo", creerán realmente que todos los argentinos somos tarados irredimibles, y que no nos acordamos del triste papel de Kirchner, Cristina Fernández, y Parrilli, por ejemplo, en la traición a la Patria que significó la entrega de YPF? ¿Creerán que no nos damos cuenta de la extraordinaria sangría de recursos que significa la pérdida de la renta petrolera, que emprende, como diría Mosconi, "el camino del mar"? Y no me vengan con la chiquilinada de las retenciones móviles a las exportaciones de hidrocarburos, que aún así dejan escandalosas ganancias extraordinarias a empresas extranjeras que no invierten y encima incumplen la ley al no abastecer el mercado interno. ¿O todavía le van a echar la culpa a los productores? ¿No siente un poquito de vergüenza Néstor Kirchner cuando habla de Yrigoyen y Perón, que crearon YPF y Gas del Estado, que ellos rifaron?¿Cuando habla de la oligarquía, no se acuerda de Eskenazi, ni de Urquía, ni de tantos de sus amigos empresarios? ¿No se dan cuenta que son la versión "mejorada y corregida" del menemismo? ¿Hasta cuando tolerará el pueblo argentino tanta hipocresía y tanto descaro, en el "reino del revés"?
Artusi: "No lo escuchamos a Urribarri criticar en los ´90 a la crema del menemismo, ni lamentarse por la desaparición de los chacareros"
Por José Antonio Artusi
El Gobernador Urribarri ha dicho que "muchos se han montado en el conflicto del campo para recuperar posiciones políticas perdidas y no por sus convicciones que siempre han sido elásticas. Ahora están juntos quienes han sido la crema del menemismo, cuya política llevó a la desaparición de 110.000 chacareros en los 90. Desde el punto de vista político esta melange no puede conducir a nada”, razonó; según consigna el sitio oficial de noticias del gobierno. Sabemos a quienes se refiere; y tiene razón. Esa "melange" no puede conducir a nada. Son el pasado; la sociedad ya sabe qué se puede esperar de ellos. Pero debo decir que quienes en ese momento desde la Juventud Radical luchábamos denodadamente contra Menem y lo que significó no lo escuchamos al Dr. Urribarri criticar en los ´90 a la "crema del menemismo" - que en realidad él integraba - ni lamentarse por la desaparición de 110.00 chacareros, que seguramente fueron muchos más. Es más, en todo caso debería hacer una profunda autocrítica, y pedir disculpas a los entrerrianos por pedirles el voto para Menem en dos oportunidades, y para legisladores menemistas en varias. ¿O acaso no lo votó en 1989? ¿O acaso no compartió él las listas menemistas en 1995 como candidato a diputado provincial ? ¿Y acaso no compartió la boleta en la última elección con los que hoy critica por sus convicciones "elásticas"? Hoy es fácil criticar a un Menem anciano, enfermo, y sin poder. Tan fácil como resultaba adularlo cuando estaba en la cima de su apogeo y parecía que era imbatible electoralmente. Como hizo el ex Presidente Kirchner, en más de una oportunidad, además obviamente de acompañar con fe de converso las hoy cínicamente denostadas "transformaciones" del menemismo, que nos dejaron el saldo de una Argentina devastada, con desocupación y exclusión social records, con su patrimonio nacional saqueado, empezando por ese símbolo de la Argentina industrial, independiente y desarrollada que era YPF. Era un poco más difícil sostener - como lo hicimos, contra viento y marea - a principios de los ´90, que el menemismo pretendía cristalizar un modelo de gobierno hegemónico en lo político, concentrador en lo económico, y excluyente en lo social. Lamentablemente, teníamos razón. La Sra. Presidenta haría bien en no fiarse del todo en los obsecuentes de hoy. Serán los críticos previsibles de mañana. Pero es la sociedad la que debe condenar estas actitudes hipócritas del justicialismo, siempre dispuesto a sacarse la responsabilidad de encima y no hacerse cargo de la historia. El justicialismo nunca es responsable, la culpa siempre la tiene otro "ismo", el menemismo, el duhaldismo, el kirchnerismo, el bustismo, el urribarrismo... El Gobernador debe dejar de perder tiempo en disputas palaciegas internas y en denostar adversarios y debe dedicar más energías a gobernar para todos los entrerrianos, sin sumisión de ninguna naturaleza al poder central, que para eso lo han elegido.-
Por José Antonio Artusi
Kirchner dice que las retenciones son necesarias para llevar la comida a la mesa de los argentinos, pero no dice que en realidad son un gigantesco subsidio a los ricos, a la "oligarquía" que el dice detestar (pero que en realidad integra), y a los turistas extranjeros que comen en los lujosos restaurantes de Puerto Madero, cerca de sus oficinas. Tampoco dice que lo que está sacando la comida de la mesa de los argentinos, aún con estos niveles de retenciones, es la inflación, que esta descabellada política económica promueve, al desalentar la producción y reducir por ende la oferta. Kirchner sostiene que las retenciones son necesarias para lograr que los alimentos están a precios "nacionales", y no "internacionales", pero no se pregunta a qué precios va a haber que pagar la carne o la leche cuando la tengamos que importar si el se empecina en seguir siendo Ministro de Economía. Los jóvenes K critican a Alfredo De Angeli por haber dicho que "el que quiere lomo, que lo pague a $ 80, como en el Uruguay", pero no dicen que los millones de argentinos que viven bajo la línea de la indigencia no pueden comer ningún corte de carne porque les resulta inaccesible. Ocultan también - quizás ignoran - que en el Uruguay, sin retenciones a las exportaciones, el asado está más barato que en la Argentina. Y que en el Uruguay, ya que estamos, la indigencia bajó hasta casi desaparecer, gracias al Ingreso Ciudadano. Todo, sin retenciones a las exportaciones agropecuarias. Mientras acá los planes sociales clientelares siguen a $ 150. ¿Nadie les pregunta a los legisladores K porqué no aprueban una ley de comercialización de carnes que permitiría abaratar los cortes populares y a la vez obtener precios rentables para los productores por los cortes exportables ? ¿A nadie se le ocurre bajar el IVA para todos los alimentos de la canasta básica, para beneficiar a los que menos ganan? ¿Es demasiado difícil entender que para garantizar la comida en la mesa de todos los argentinos hace falta más trabajo, más producción, salarios dignos, redistribución de la riqueza en serio con programas universales, menos inflación, y no recetas absurdas que ningún país implementa? Se llenan la boca hablando de lo que van a hacer con las retenciones, pero omiten señalar que lo que han hecho hasta ahora es exprimir ilegalmente a los productores, las provincias y los municipios para transferir recursos destinados a pagar la deuda externa, subsidiar a empresarios amigos del poder, y pergeñar delirios absurdos y antipopulares como el Tren Bala. Exhiben a las retenciones móviles como si fueran la nave insignia de una política a favor de lo que menos tienen, pero se cuidan de reconocer que son básicamente un fenomenal mecanismo de transferencia de recursos a las empresas oligopólicas dedicadas a la exportación de granos y a las aceiteras, incluida la del Senador Urquía. ¿Puede concebirse algo más escandaloso e indignante que se pretenda defender como "progresista, nacional, y popular", un negociado que expolia a los chacareros argentinos y saquea a las provincias para enriquecer a Bunge, Cargill, y Dreyfus? El Gobernador de Entre Ríos dice que hay que redistribuir la riqueza, pero se olvida que si el gobierno nacional cumpliera el Art. 7º de la ley de coparticipación federal de impuestos, la provincia que administra contaría sólo este año con más de $ 2.400 millones de pesos adicionales. Sólo un pequeño porcentaje de ese monto le alcanzaría para garantizar una Renta Básica de Ciudadanía que eliminaría la indigencia, o sea la pobreza extrema en Entre Ríos. ¿Cómo pueden aún así presentarse como los paladines de la "redistribución de la riqueza"? ¿Es tal el nivel de confusión que reina en la sociedad argentina? ¿ Cómo puede exhibirse como progresista sin sonrojarse un gobierno que es una máquina de inventar subsidios y prebendas para los sectores más concentrados de la economía ? ¿Cuando los intelectuales K demonizan a los ´90, y el "neoliberalismo", creerán realmente que todos los argentinos somos tarados irredimibles, y que no nos acordamos del triste papel de Kirchner, Cristina Fernández, y Parrilli, por ejemplo, en la traición a la Patria que significó la entrega de YPF? ¿Creerán que no nos damos cuenta de la extraordinaria sangría de recursos que significa la pérdida de la renta petrolera, que emprende, como diría Mosconi, "el camino del mar"? Y no me vengan con la chiquilinada de las retenciones móviles a las exportaciones de hidrocarburos, que aún así dejan escandalosas ganancias extraordinarias a empresas extranjeras que no invierten y encima incumplen la ley al no abastecer el mercado interno. ¿O todavía le van a echar la culpa a los productores? ¿No siente un poquito de vergüenza Néstor Kirchner cuando habla de Yrigoyen y Perón, que crearon YPF y Gas del Estado, que ellos rifaron?¿Cuando habla de la oligarquía, no se acuerda de Eskenazi, ni de Urquía, ni de tantos de sus amigos empresarios? ¿No se dan cuenta que son la versión "mejorada y corregida" del menemismo? ¿Hasta cuando tolerará el pueblo argentino tanta hipocresía y tanto descaro, en el "reino del revés"?
DIPUTADO PROVINCIAL JOSÉ ANTONIO ARTUSI
Bloque de la Unión Cívica Radical - Entre Ríos
Colón 62, Planta Alta - Paraná
Teléfono (0343) 4310541
www.diputadosradicaleser.blogspot.com
www.joseantonioartusi.radicales.org.ar "
En el año del 25º aniversario de la Recuperación de la Democracia"
Bloque de la Unión Cívica Radical - Entre Ríos
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En el año del 25º aniversario de la Recuperación de la Democracia"
Artusi: "No lo escuchamos a Urribarri criticar en los ´90 a la crema del menemismo, ni lamentarse por la desaparición de los chacareros"
Por José Antonio Artusi
El Gobernador Urribarri ha dicho que "muchos se han montado en el conflicto del campo para recuperar posiciones políticas perdidas y no por sus convicciones que siempre han sido elásticas. Ahora están juntos quienes han sido la crema del menemismo, cuya política llevó a la desaparición de 110.000 chacareros en los 90. Desde el punto de vista político esta melange no puede conducir a nada”, razonó; según consigna el sitio oficial de noticias del gobierno. Sabemos a quienes se refiere; y tiene razón. Esa "melange" no puede conducir a nada. Son el pasado; la sociedad ya sabe qué se puede esperar de ellos. Pero debo decir que quienes en ese momento desde la Juventud Radical luchábamos denodadamente contra Menem y lo que significó no lo escuchamos al Dr. Urribarri criticar en los ´90 a la "crema del menemismo" - que en realidad él integraba - ni lamentarse por la desaparición de 110.00 chacareros, que seguramente fueron muchos más. Es más, en todo caso debería hacer una profunda autocrítica, y pedir disculpas a los entrerrianos por pedirles el voto para Menem en dos oportunidades, y para legisladores menemistas en varias. ¿O acaso no lo votó en 1989? ¿O acaso no compartió él las listas menemistas en 1995 como candidato a diputado provincial ? ¿Y acaso no compartió la boleta en la última elección con los que hoy critica por sus convicciones "elásticas"? Hoy es fácil criticar a un Menem anciano, enfermo, y sin poder. Tan fácil como resultaba adularlo cuando estaba en la cima de su apogeo y parecía que era imbatible electoralmente. Como hizo el ex Presidente Kirchner, en más de una oportunidad, además obviamente de acompañar con fe de converso las hoy cínicamente denostadas "transformaciones" del menemismo, que nos dejaron el saldo de una Argentina devastada, con desocupación y exclusión social records, con su patrimonio nacional saqueado, empezando por ese símbolo de la Argentina industrial, independiente y desarrollada que era YPF. Era un poco más difícil sostener - como lo hicimos, contra viento y marea - a principios de los ´90, que el menemismo pretendía cristalizar un modelo de gobierno hegemónico en lo político, concentrador en lo económico, y excluyente en lo social. Lamentablemente, teníamos razón. La Sra. Presidenta haría bien en no fiarse del todo en los obsecuentes de hoy. Serán los críticos previsibles de mañana. Pero es la sociedad la que debe condenar estas actitudes hipócritas del justicialismo, siempre dispuesto a sacarse la responsabilidad de encima y no hacerse cargo de la historia. El justicialismo nunca es responsable, la culpa siempre la tiene otro "ismo", el menemismo, el duhaldismo, el kirchnerismo, el bustismo, el urribarrismo... El Gobernador debe dejar de perder tiempo en disputas palaciegas internas y en denostar adversarios y debe dedicar más energías a gobernar para todos los entrerrianos, sin sumisión de ninguna naturaleza al poder central, que para eso lo han elegido.-
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