domingo, 20 de julio de 2008

Perspectivas de la lucha: los análisis de la CCC-PCR y el MST

"Practicar el marxismo y no el revisionismo; trabajar por la unidad y no por la escisión; actuar en forma franca y honrada y no urdir intrigas y maquinaciones."
Mao Tsetung

Comunicado de Prensa-PCR-18/7

La lucha agraria le "abrió la mano" al gobierno

Después del gigantesco acto del martes 15, que facilitó la derrota oficialista en el Senado, el gobierno debió "abrir la mano" derogando la resolución 125 de retenciones móviles. Es un triunfo de 126 días en las rutas, de la unidad en los pueblos y ciudades en las multisectoriales, y de la gran solidaridad popular, como se vio en en las puebladas que respondieron a la represión del gobierno en Gualeguaychú y otros lugares, y en las grandes concentraciones de Rosario y Palermo.

Como se ha resuelto en las asambleas, la lucha continúa para lograr la segmentación de las retenciones para los pequeños y medianos productores; diferenciación necesaria para romper con la política kirchnerista de concentración de la tierra en manos de terratenientes y pooles, junto a una ley de arrendamientos. También sigue para garantizar la coparticipación federal. Además, por los problemas de las otras producciones agrarias y las economías regionales. Junto con el reclamo de una reforma impositiva que haga pagar impuestos a la especulación financiera, el juego, la minería, y otros sectores beneficiados y, por el contrario, suprimir el IVA a los productos de la canasta familiar.

El apoyo popular a la histórica lucha agraria, plantea también la urgencia de que el gobierno "abra la mano" para resolver el gravísimo drama del hambre, los salarios, jubilaciones y planes sociales devorados por la inflación, derogación de la ley de la dictadura 22.248 que condena a los obreros rurales a trabajar de sol a sol y los demás problemas de la clase obrera y el pueblo.

El PCR ha apoyado y seguirá apoyando esta histórica lucha. Profundizando el camino de las multisectoriales y asambleas para reagrupar las fuerzas populares, patrióticas y democráticas. Por un gran paro nacional activo obrero, campesino y popular, para avanzar por el camino del Argentinazo a imponer un gobierno popular, patriótico y democrático.

Otto Vargas, secretario general del PCR
18 de julio del 2008

Juventud Comunista Revolucionaria
Entre Ríos

www.pcr.org.ar




Alternativa Socialista Nº 479 - 17/7/08

www.mst.org.ar

Panorama político
Derrota política del gobierno y el modelo de concentración: Los Kirchner en el tobogán

http://www.mst.org.ar/periodicos/as479jul17/pp.htm

El martes el matrimonio presidencial perdió en la calle, con una multitudinaria Marcha Federal. Y el miércoles la paliza se ratificó en el Senado, en una sesión de crisis, claramente condicionada por la movilización. Nock out para la 125! “La página se dio vuelta”… pero no por la decisión de aquél discurso bravucón de Cristina. Fue el corolario de más de 4 meses de lucha en las rutas de miles de chacareros autoconvocados y de millones de trabajadores, sectores medios, comerciantes y pobladores de los pueblos y provincias del interior. Y la síntesis que juntó esa energía con la bronca de trabajadores y sectores medios y populares de las ciudades contra la inflación y el autoritarismo. La gran mayoría de la población le ha dado la espalda al gobierno y su modelo y reclama un cambio de fondo.

Ni la chequera ni la extorsión alcanzaron. Pero tampoco la tremenda apelación a la defensa de la estabilidad del gobierno que hicieron con cara de pánico y moral derrumbada, varios de los senadores obsecuentes al kirchnerismo. Era un secreto a voces que la super-mayoría automática con la que asumió Cristina hace poco más de seis meses ya no existía. Pero no pocos creían que se iba a repetir lo que había sucedido en Diputados y el proyecto de los K. saldría airoso. Que el gobierno se llevaría un premio consuelo para atenuar la tremenda licuación de poder sufrida en estos meses de rebelión agraria y bronca popular. ¿Qué fue lo que determinó que un proyecto del oficialismo fuera rechazado en la institución más arcaica y aristocrática del viejo régimen?

Caminando por la cornisa

El fin de semana negro (para el gobierno) del 14 al 16 de junio creó las condiciones para esta derrota. Los millones movilizados en las rutas y pueblos y los cacerolazos, primero en repudio a la represión y luego a la convocatoria a Plaza de Mayo en manos del provocador D’Elía, habían golpeado muy duro al gobierno y lo habían dejado al borde de la crisis terminal. El propio Kirchner lo admitió, por supuesto, recurriendo al mentiroso argumento del golpe. Pero la realidad no era de golpe sino que tenía olor a 2001, porque se había producido un gran vacío político en las esferas del poder. Los temores a un nuevo argentinazo, hicieron sonar los teléfonos en una apurada reunión de minigabinete con el matrimonio K. El 16/6 el acto convocado se caía, no venían los barones del conurbano, ni siquiera las huestes del incondicional Moyano! El espanto a una caída de Cristina, unieron en un solo grito a todos los sectores políticos y económicos del establish-men que presionaron al gobierno para que de una señal distinta. Allí improvisaron el envío del proyecto al Congreso. Pero apenas pudo tomar un poco de aire, volvieron los problemas. Por más que presionaron con carpas y patotas, por más que decoraron la 125 con formato de proyecto de ley y por más que se insistió en la tesis del golpe y en la campaña de demonización de los chacareros, el gobierno no logró dejar de caminar por la cornisa.

La Marcha Federal fue decisiva


Sin lugar a dudas la masiva Marcha Federal, terminó de ejercer una presión decisiva sobre un PJ fracturado y un gobierno debilitado. Que obligó a reacomodarse a senadores propios y ajenos y al mismo Cobos que debió desempatar. Detrás de la multitudinaria marcha estaban 4 meses de lucha y la mirada vigilante de millones en las provincias y pueblos.
El ámbito de decisión política está en las calles”, dice el analista Rosendo Fraga de Nueva Mayoría. Y prosigue: “La crisis 2001-2002, con los cacerolazos y los cortes, estableció esta regla no escrita, que no cambia desde entonces y que se ve ratificada con la crisis de 2008. Si el campo se hubiera movilizado para el debate del proyecto de retenciones en Diputados, es posible que el resultado hubiese sido adverso al oficialismo. Advirtiéndolo, el miércoles 9 de julio convocó a una movilización antes de la votación en el Senado. El efecto fue inmediato: varios senadores se definieron a favor del campo, cuya posición pasó a tener mayoría en la Cámara Alta, planteando incluso la posibilidad de un empate que de un rol decisivo al Vicepresidente Cobos, enfrentado con el oficialismo.”
La Marcha Federal finalmente convocó para el martes 16/7 y logró reunir cerca de 300.000 personas.
Sobre el cierre de esta edición se confirmaba la derrota del gobierno en el Senado. Un Cobos nervioso, tal vez pensando en el síndrome del Chacho Alvarez y tomando nota de la gigantesca movilización popular, se definió contra los K. ¡Qué crisis!
Y a la luz de ese resultado, una
primera conclusión se impone: para ganar sólo hay que confiar en la movilización, como nos mostraron los chacareros autoconvocados y como veníamos planteando desde el MST, cuando insistíamos en la necesidad de movilizar nacionalmente el día en que se trató en Diputados. Sin embargo, las cosas no salieron como esperaban. A pesar que oficialistas y opositores llamaron fervorosamente a la paz social… de los que estaban luchando por supuesto. A pesar que las entidades llamaron a desmovilizar, a dejar las rutas e incluso luego a desarmar la carpa en el Congreso que tanto apoyo popular había concitado. A pesar que todos llamaron a “confiar en el Congreso”, la cosa se les complicó. El proyecto, retocado y disfrazado, ganó por muy poco en Diputados y aumentó la bronca de los sectores en lucha de la población que tomaron nota que los reclamos estaban lejos de satisfacerse. Haberle dejado la cancha libre a la presión del gobierno el día de la votación en Diputados, le había permitido esa victoria muy pírrica. Y la bronca volvió con más fuerza, los tractores se movieron, las rutas empezaron a poblarse de gente y centenares de intendentes y productores de los pueblos viajaron a Buenos Aires a presionar. Desde abajo se impuso la Marcha Federal y el gobierno fue derrotado.

Una negra perspectiva para el matrimonio K

Sin lugar a dudas, en estos momentos de profunda crisis, los K. y sus amigos estarán pensando cómo seguir. Tres espadas de Damocles tiemblan sobre sus cabezas.
En primer lugar cómo seguir ahora enfrentando la situación agraria, luego de este cachetazo a la soberbia y a la concentración económica. Esta derrota categórica para los pooles y los pulpos agroexportadores. Y que fortalece a los chacareros para pelear por un cambio de modelo donde paguen los que más tienen.
En segundo lugar cómo reposicionarse luego de la derrota, con un PJ quebrado, un Frente para la Victoria que tiene como exponentes residuales a los D’Elía y Depetri y una Concertación Plural que se ha evaporado y encima con Cobos en la vereda de enfrente. Con exponentes de la vieja política como Duhalde que recoge heridos para su Movimiento Productivo. Y con una CGT dividida, que baila al ritmo de la debacle del kirchnerismo. Ya ni piensan en el pacto del Bicentenario. Y el paquete de relanzamiento que viene anunciando Alberto Fernández, con retoques jubilatorios, aumento del mínimo no imponible y un plan de “seguridad alimentaria”, se ha quedado sin escenario de presentación.
En tercer lugar, porque la inflación, la necesidad de reabrir paritarias y aumentar salarios, jubilaciones, planes y presupuestos sociales, la crisis de combustibles y energía, la bancarrota de Aerolíneas, preanuncian un escenario de conflictos sociales y nuevas crisis políticas.
En definitiva, cómo logra evitar que se siga profundizando su debacle y divorcio con los trabajadores, sectores medios y populares.
Con una imagen positiva que apenas ronda el 15 al 17% y una negativa que ha trepado al 75%, números récord e inéditos que muestran que la mayoría del pueblo reclama cambiar y busca un nuevo rumbo político para el país.
Seguramente los chacareros y pueblos que tanto pelearon, no deben dar por terminada la batalla. Aún malherido, desde el gobierno puede intentarse una nueva maniobra para tratar de revivir un proyecto que murió en las calles. Los trabajadores por el salario y la reapertura de paritarias, los desocupados y sectores populares por los planes sociales, están en mejores condiciones para intensificar los reclamos.
Junto con estas peleas inmediatas, hay que encarar las respuestas al debate nacional que se abrió en el país acerca de la necesidad de un nuevo modelo y una nueva alternativa política para lograrlo, debates que el fracaso del kirchnerismo ha colocado a la orden del día.

Guillermo Pacagnini

¿A quién perjudica el proyecto del gobierno? ¿A dónde va la plata de las retenciones?

Verdades que salen a luz

http://www.mst.org.ar/periodicos/as479jul17/retenciones.htm

Desde que se inició el conflicto con el sector agrario, el gobierno viene insistiendo en que está atacando a la oligarquía y que la plata de las retenciones es para redistribuir la riqueza. Pero con el correr de las semanas, ambos dichos se fueron revelando como otras de las tantas mentiras del gobierno. Nosotros hemos explicado nuestra opinión sobre estos temas en numerosas oportunidades. Pero esta vez son el propio Kirchner y Gustavo Grobocopatel, presidente del grupo Grobo, administrador de más de 160 mil hectáreas y uno de sus principales amigos y socios del campo, quienes lo confirman.

Los afectados son los pequeños

El representante de uno de los mas grandes e importantes pools de siembra, Gustavo Grobocopatel, después de más de cien días de conflicto, no tuvo ningún inconveniente en declarar al diario Clarín: “Las retenciones son funcionales a la concentración… Vengo escribiendo desde hace cuatro años que las retenciones perjudican sobre todo a los pequeños y débiles”. Este señor es uno de los más importantes socios del gobierno, que hace unos meses lo llevó en su comitiva presidencial a Venezuela para mostrarlo como ejemplo de los “empresarios serios” del país. Como puede verse, por sus importantes negocios en Argentina, Grobo no tiene ninguna intención de enfrentarse con el gobierno. Sólo dijo lo que ya es imposible ocultar: la resolución 125 y las modificaciones posteriores que debatió el Congreso atacan centralmente a los pequeños productores. Porque son quienes no pueden hacer frente a esos niveles de retenciones y, por lo tanto, terminan arrendando o directamente perdiendo sus tierras a manos de los grandes del campo. El propio gobierno se fue viendo obligado a reconocer la existencia de este problema. Por eso realizó 17 modificaciones al proyecto intentando mostrarse abierto a dar concesiones, aunque las mismas fueron una nueva farsa. En concreto, el proyecto del gobierno es regresivo: porque les cobra a grandes y pequeños por igual. Es el mismo sistema injusto que el IVA en el precio final de los productos, donde un desocupado y un empresario pagan el mismo impuesto, cuando parten de niveles económicos antagónicos. Como bien denunció Buzzi en la Marcha Federal, “no se puede tratar igual a quienes son distintos”. Ese ha sido el centro de la crisis: un gobierno que detrás de discursos quiso imponer un sistema impositivo para el campo, cobrándole lo mismo a un pequeño chacarero que a un gran exportador. Aunque el gobierno sí hace una diferencia clara entre chicos y grandes: a 10 grandes empresas las subsidió durante el 2007 por 1.500 millones de pesos, favoreciendo también por esa vía la concentración económica que dice combatir.

Esclavo de sus palabras

Días antes de votarse en Diputados el proyecto del gobierno, y en medio de las negociaciones o aprietes a distintos diputados, el kirchnerismo hizo un acto en la UOM. Casi en tono de desesperación, Néstor Kirchner se preguntó en voz alta: «¿Con qué vamos a pagar las obligaciones externas los argentinos si el gobierno suspende la resolución 125, como exigen el agro y la oposición?» En pocas palabras, tiró por la borda toda su argumentación anterior. Desde que empezó el conflicto, él y Cristina recorren todo el país diciendo que las retenciones son para redistribuir la riqueza. En medio de la confrontación, Cristina incluso informó que con ese dinero se iban a construir nuevos hospitales, escuelas y demás. Al final, sale a la luz la verdad del plan del gobierno: quieren cumplir con los compromisos de la deuda externa de este y sobre todo del próximo año, donde hay nuevos e importantes vencimientos. Ahí estaba la gran preocupación del gobierno cuando se decidió a lanzar su resolución 125 el pasado 10 de marzo.
Desde ya, el desafío de lograr la redistribución de la riqueza no comienza con esta crisis, sino que es un drama más antiguo y profundo. Y hay trabajadores, jóvenes y sectores medios que tal vez, ante un conflicto tan complejo como el actual, tienen dudas si en verdad este gobierno avanzó en redistribuir, así sea un poco.
Redistribuir significa achicar la desigualdad social en base a una política de Estado y de gobierno. ¿Es eso lo que los Kirchner vienen haciendo estos años? Creemos que no. Y lo prueba la propia realidad.
Hoy nuestro país tiene el mismo nivel de desigualdad social que en los años del menemismo: hay una diferencia de 30 veces entre los ingresos de los sectores más ricos y los más pobres. Esa brecha, que viene en aumento en el último período, es fruto del modelo económico de Néstor y Cristina. Y como se puede ver ahora más claramente, ni aun cobrando las retenciones esa brecha va a seguir, porque ese dinero no se va a utilizar para atacar este grave problema.

Retenciones sí, pero diferenciadas y al servicio del pueblo

El debate actual no se reduce a estar a favor o en contra de las retenciones. El MST está a favor de que haya retenciones. Lo mismo dice la Federación Agraria. En nuestro caso, incluso, proponemos que a las grandes exportadoras, grandes productores de la Sociedad Rural, Coninagro, y los administradores de pools como los Grobo, se les pongan muy fuertes retenciones. Pero debe haber un esquema diferenciado o segmentado, donde el que menos tiene pague menos, el mediano pague un poco más y los grandes paguen todo lo que corresponde a su situación económica privilegiada.
Además, proponemos poner fuertes impuestos al sistema financiero, que hoy goza de exenciones intolerables. A la minería, que factura por exportación montos siderales y al petróleo, cuyas ganancias triplican los montos del campo. A ninguno de estos sectores hoy el gobierno les toca la ganancia. Nosotros proponemos que se tomen de inmediato estas medidas. Pero el tema decisivo una vez cobradas las retenciones por el Estado, es saber a qué se destinan esos fondos. Los Kirchner priorizan los pagos externos y así condenan a los pobres a ser cada vez más pobres.
Nosotros, por el contrario, proponemos que el dinero de las retenciones se destine a solucionar los problemas sociales de la población, mediante la coparticipación, para que vuelva a las provincias y los municipios, además de problemáticas nacionales como el empleo.
Por todo esto consideramos que es hora de descreer de los discursos del gobierno y de tomar como criterio de verdad la realidad. Hace falta un modelo económico distinto y una política impositiva progresiva, que solo se puede concretar si hacemos que en el campo y en la ciudad paguen más... los que más tienen.

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