Por primera vez desde la guerra de Gaza, que terminó hace 14 meses, una persona murió en Israel por el impacto de un cohete disparado por extremistas palestinos desde la Franja de Gaza. El proyectil, del tipo Qassam, cayó en la población fronteriza de Nativ Haasara y fue lanzado por el grupo islamista radical Jund Anssar Al Sunna, vinculado a Al Qaeda y férreo opositor a Hamás, la agrupación palestina que controla el gobierno de la Franja. El ataque se produjo cuando la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, estaba visitando la región en un intento por revitalizar el proceso de paz entre árabes e israelíes. Las autoridades israelíes bombardearon Gaza horas después.
La víctima fue un emigrante de nacionalidad tailandesa que trabajaba junto a decenas de compatriotas en un invernadero del kibutz Moshav Netiv Ha’asara, en el norte del desierto del Negev fronterizo con Gaza. El gobierno del premier Benjamin Netanyahu denunció que el ataque era el tercero lanzado contra territorio israelí en menos de 24 horas. Según sus datos, unos 30 cohetes y granadas de mortero han sido disparados desde principios de año desde la Franja de Gaza contra Israel.
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