sábado, 20 de marzo de 2010

Dos pesos diferentes - Represalia del Brasil a los productos de los EE.UU. y subvención brasileña al gran capital

Bruno Lima Rocha

Aquellos que acompañan mis artículos saben cuan crítico soy del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, el presidente y ex-sindicalista que afirmó nunca haber sido de izquierda. A la vez entiendo que cabe a un analista reconocer los hechos contundentes y al menos debe apuntar aquello que considera correcto. Así lo hice cuando el Brasil recibió al presidente hondureño depuesto en la embajada en Tegucigalpa y repito el gesto en ese momento, cuando el Estado brasileño trilla el multilateralismo tan pregonado por los EEUU y consigue aprobar una represalia contra la potencia bélica del planeta. Hagamos el reconocimiento puntual sin abrirnos de las críticas por la asimetría.

Infelizmente, para mantener la coherencia del actual gobierno central, aquello que en la arena internacional es criticado se repite en suelo patrio. Pues esta misma acción se da en el Brasil y no sólo en el sector primario de ancha escala, donde el Estado financia el llamado agro negocio. En los distinguidos ramos de la industria y de las grandes obras, el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES, banco de fomento del Estado brasileño) favorece las condiciones para la financiación pública de emprendimientos corporativos, incentivando en la práctica las fusiones. Aquí, como en los EUA y su gobierno de corporaciones y partido “casi único”, el Ejecutivo también es cómplice –tal vez el mayor de los cómplices- de la concentración de capital que genera desempleo y refuerza los oligopolios.

La Haine-20/3-Leer


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