Las calles de Jerusalén Oriental fueron escenario de los disturbios más graves desde la segunda intifada, cuando enfurecidos palestinos protagonizaron un "día de ira" para protestar por los planes de Israel de ampliar la construcción de viviendas en zonas disputadas.
En otro fuerte mensaje al gobierno de Benjamin Netanyahu, la Casa Blanca canceló el viaje que el enviado especial para Medio Oriente, George Mitchell, tenía previsto iniciar para intentar la reanudación de las negociaciones entre Israel y la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Mitchell había conseguido la semana pasada que la ANP y los israelíes aceptaran negociaciones indirectas para intentar relanzar el proceso de paz, estancado desde 2008.
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