No podemos sino sumarnos al rechazo ético y social que generan las lamentables declaraciones del nuevo Arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari. Bajo ningún punto de vista es aceptable decir que era un “hombre de Dios” aquel que afirmara que el genocida Jorge Rafael Videla era “oro en polvo”, y ese fué Adolfo Servando Tortolo.
Es hora de que el cristianismo oficial deje de darle la espalda a la memoria histórica y a las luchas del pueblo. La auténtica lucha contra los mercaderes del templo de la vida social estuvo en la pasión y la fe de los 30.000 compañeros desaparecidos.
No sabemos, y nos preocupa, porqué Monseñor Puiggari tiene que hacer esa señal ideológica pública en su camino al Arzobispado de Paraná, pero lo que sí creemos es que el nuevo arzobispo debe retractarse y debe dirigir sus disculpas a los familiares de los compañeros desaparecidos y a los organismos de derechos humanos, que tanto han batallado por la verdad y la justicia.
Mauricio Castaldo
Sec.DD.HH CTA Paraná
Organismos de derechos humanos cuestionaron los dichos de Puiggari
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