El rock siempre atrajo a la juventud como expresión de rebeldía y de libertad. Por eso durante las dictaduras militares o en los tiempos del neoliberalismo menemista, diferentes músicos y bandas desafiaron -directa o elípticamente- a esos gobiernos y a sus políticas.
En esas épocas existieron temas emblemáticos. Como la vieja “Marcha de la Bronca” de Pedro y Pablo, quienes arremetían contra la dictadura de Onganía; los “Dinosaurios” de Charly, que denunciaba las desapariciones de los milicos del Proceso; o sin ir más lejos, el temazo de la Bersuit “Se viene el estallido”, que durante los 90 se transformó en un himno de combate contra los partidos del ajuste.
Pero también existieron bandas oportunistas que tocaban o hacían negocios para el stablishment. Algo parecido a lo que ahora sucede con grupos como la Mancha de Rolando, que se pasea insolentemente por los escenarios de la mano de otro supuesto “rockstar”, el vicepresidente Amado Boudou.
Estos músicos, encabezados por Manuel Quieto, sobrino del desaparecido líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias –Roberto, el “Negro” Quieto- constituyen la vanguardia de lo que podríamos denominar el “Rock de la Victoria” kirchnerista.
La Mancha, que hace jugosos negocios con los fondos públicos es la avanzada musical de este gobierno, que pretende utilizar el rock para influenciar políticamente a amplios sectores de la juventud.
El propósito del oficialismo es evitar que la juventud se sume a las organizaciones de la izquierda revolucionaria o trotskista, que es un proceso casi “natural” entre los jóvenes, siempre llenos de fuerza, combatividad e ilusiones de cambiar el orden instituido.
Aunque tenemos diferencias enormes con las organizaciones armadas peronistas de izquierda que militaron durante la década del 70, como las FAR, reivindicamos el esfuerzo que hicieron para enfrentar, primero al gobierno reaccionario de Isabel Perón y después a la dictadura militar.
Por eso desde la Juventud Socialista de Combate repudiamos la manipulación y la utilización que hacen desde el gobierno, aprovechándose de símbolos o parientes directos de los comandantes guerrilleros, como sucede con la Mancha.
Si la parva de billetes que viene recaudando no le han liquidado por completo la dignidad, Manuel Quieto debería reflexionar acerca del papel, lamentable y reaccionario que están jugando, apoyando a personajes mafiosos e impresentables como Boudou.
Por Nelson Ávalos
Ayer la Comunidad Mapuche Leopoldo Quilodrán debió enfrentar una nueva invasión a su territorio. Los intrusos resultaron ser miembros del cuerpo de seguridad del empresario Enrique Alejandro Korn. La respuesta de las Comunidades cercanas y de vecinos solidarios fue inmediata. Luego de varias horas de resistencia y debates, los vigiladores se fueron. El equipamiento de los invasores fue retirado por la propia gente.
Ayer por la mañana Inés Campos Larenas detectó movimiento de vehículos y gentes en un sector del territorio comunitario que ella ocupa. Cuando se acercó a observar comprobó que había una casilla rodante instalada junto a una curva del camino que asciende hacia la laguna El Espejo.
Inmediatamente se puso en comunicación con otros integrantes de la Comunidad - y del movimiento que la apoya - y la cadena solidaria se puso en marcha. Al poco rato, unas cuarenta personas estaban reunidas en el lugar. Habían representantes de las comunidades mapuche Motoco Cárdenas, Cayún y Huanguelén Puelo, de Lago Puelo; Lorenzo Pulgar Huentuquidel, de El Hoyo y Las Huaytecas, de Los Repollos.
¿Qué moneda eligieron los ministros para proteger sus ahorros?
| El mayo caliente del 69 |
Los antecedentes del “Mayo del 69” parten de sucesivos golpes de Estado, de represiones como la “Noche de los Bastones Largos” y de la connivencia entre un sector del sindicalismo y los militares. Pero en los últimos años de la década del ’60 comienza otra etapa para los obreros y estudiantes en lucha: no sólo se conforma la CGT de los Argentinos sino que la calle se convierte en un espacio de protesta y de levantamiento popular. Así lo demuestra la historia al rememorar el Correntinazo, el Rosariazo y el Cordobazo. Por Leónidas Ceruti.
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