El Gobierno de Ollanta Humala decretó ayer el estado de emergencia, que entrega durante 30 días el control del orden interno a la Policía.
La población de la provincia de Espinar, en la región Cuzco, exige que se investiguen los enormes daños ambientales causados por la mina de cobre Tintaya, que explota la multinacional minera suiza Xstrata, y que se eleve del 3 al 30 por ciento la aportación de la empresa a las autoridades locales.
Dos personas murieron en la represión policial, por disparos de armas de fuego, y decenas de civiles resultaron heridos de diferente consideración.
"Hay dos fallecidos, otra persona que está siendo evacuada en estado muy grave y muchos heridos, todo porque hay una insensibilidad por parte del Ejecutivo para poder apreciar la real problemática de Espinar", declaró el alcalde de la localidad del mismo nombre, Oscar Mollohuanca.
Aunque el alcalde dijo que desconoce la identidad de los fallecidos, ratificó que vio sus cuerpos en la morgue del lugar, mientras que el canal N de la televisión local identificó a uno de los muertos como Florecindo Mamani Puma, de 27 años.
Según sus familiares, el hombre recibió un disparo de arma de fuego cuando se encontraba en un cerro cercano siguiendo la represión, aunque sin participar en las protestas.
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