GUAYAQUIL. Correa, de visita en una cárcel de Guayaquil, recibió insignias del club Barcelona, una de las cuales tiene mágenes del Che Guevara. REUTER 
QUITO.- El gobierno de Rafael Correa volverá a jugarse hoy buena parte de su futuro, ya que 9,7 millones de ecuatorianos han sido convocados a las urnas, por cuarta vez en tres años, en esta oportunidad para respaldar o rechazar la propuesta de una nueva Carta Magna. Otros 160.000 ciudadanos podrán votar en el exterior. Si la ciudadanía respalda el texto, Ecuador habrá aprobado su vigésima Constitución. El texto refuerza el rol del Estado en la economía, propone un cambio radical en las instituciones, desarrolla mecanismos de participación directa y reserva al mismo Estado el manejo de los recursos naturales. La consulta cierra un proceso que empezó con otro referendo -por el sí o no al cambio-; siguió con la elección de los asambleístas y tuvo su penúltimo paso con la discusión y redacción de los 444 artículos por parte de 130 constituyentes.
El Sí suma los altos índices de popularidad que mantiene el presidente, claramente ayudado por el descrédito y el desgaste de las fuerzas tradicionales. Respaldan el Sí, además del oficialista Acuerdo País, sus aliados del Movimiento Popular Democrático y de las dos principales organizaciones indígenas: Pachakutik y la Confederación de Nacionalidades Indígenas, además del partido Roldosista, del ex presidente Abdalá Bucaram.
Impulsaron el No los partidos Social Popular (del ex mandatario Lucio Gutiérrez); Social Cristiano (del ex presidente León Febres Cordero); la Renovación Institucional Acción Nacional (de Alvaro Noboa) y la Unión Demócrata Cristiana. Estas fuerzas actuaron en forma separada porque no lograron articular sus campañas. Con un pequeño partido propio, el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, es el referente de la oposición. La votación de hoy servirá también para medir el alcance de la prédica de la Iglesia, que impulsó el No.
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La actual Constitución consagra un modelo social de mercado. En cambio, Correa impulsa un sistema solidario y tipifica la propiedad como pública, pública, privada, asociativa, estatal, cooperativa y mixta.
La propuesta incorpora la reelección inmediata, por lo que un presidente ejercerá por cuatro años y podrá ser reelecto por una sola vez. Si se aprueba, se convocará a comicios en febrero de 2009. Esto le permitirá a Correa, que asumió en enero de 2007, seguir en el poder hasta 2017.
El proyecto incluye ítems polémicos en materia de religión. Por ejemplo, apunta que el matrimonio es la unión entre hombre y mujer, pero los prelados se inquietan por el agregado de que la unión monogámica y estable entre dos personas libres de vínculo matrimonial generará iguales derechos y obligaciones que los que tienen las familias que se han constituido mediante matrimonio.
El texto reconoce por primera vez en el país la naturaleza como “sujeto de derechos”, y consagra el agua como un derecho humano fundamental e irrenunciable. (Télam)
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