domingo, 5 de septiembre de 2010

Huellas alemanas tras los intentos de desestabilización en Bolivia



Pese tener un nombre y un apellido tan corrientes, Dirk Schmidt es el alemán más conocido en Bolivia. El 8 de julio las autoridades del país le detuvieron con armas y munición y está acusado de alzamiento armado, extorsión a la colonia evangelista de los Menonitas y otros delitos comunes. Su arresto provocó la dimisión del viceministro de Régimen Interior, Gustavo Torrico, y de otros cargos del Ministerio de Gobernación, que están a la espera de la decisión de la Fiscalía.

Es un asunto que ha salpicado al ministro Sacha Llorenti y al Ejecutivo de Evo Morales pero del que los medios alemanes, que no dejan pasar la mínima ocasión de informar sobre algo que pudiera perjudicar a algún miembro del ALBA, aún no han informado. Ésa no es la única anormalidad que rodea el caso Schmidt, que recuerda un suceso similar que, en 1993, también se produjo en Bolivia y en el que estuvo implicado, el caso EPICON.

Rebelión-5/9-Leer

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