jueves, 14 de julio de 2011

Claves para leer las elecciones porteñas (y las que vienen) desde los intereses del campo popular

Resulta claro que las elecciones porteñas mostraron la vigencia de una opción mayoritaria de carácter conservador en la Ciudad. También podemos afirmar que en octubre, a nivel nacional, se consolidará otro voto continuista, pero de signo contrario, como será el triunfo del kirchnerismo aún con sus Scioli, Gioja o Insfrán incluidos. En función de estos ánimos mayoritarios, el espacio de centroizquierda se desdibuja corriéndose hacia el centro para sobrevivir, y la izquierda trotskista, consecuente en sus aciertos y errores, repite viejas fórmulas sin éxito.

Esta es una compleja realidad para quienes insistimos con la necesidad de un cambio estructural del sistema capitalista para acabar con las penurias y la sobrevivencia, y avanzar hacia la conquista de una vida realmente digna para nuestro pueblo. Aún así, este resultado porteño, como el de octubre de carácter nacional, resultan previsibles si asumimos que reflejan la voluntad de una población que, en términos generales, en este momento político busca mantener lo que está y arriesgar lo menos posible. Es tiempo, entonces, de no generarnos falsas expectativas en función de atajos improbables, pero tampoco conformarnos con las expresiones hegemónicas que proponen posibilismo y resignación.

Más allá de no subestimar lo que esté en juego en cada coyuntura electoral y partiendo de un análisis concreto de la situación concreta de nuestro pueblo, lejos del desánimo deberemos retomar el impulso para acumular fuerzas por abajo. Volcar nuestra dedicación militante cotidiana a “organizar pueblo” en los lugares de trabajo, barrios, centros sociales y lugares de estudio. Pensar la proyección política desde la fortaleza que logremos en cada ámbito de organización popular, y en función de lo que la correlación de fuerzas nos defina. Estas tareas resultan imprescindibles si queremos estar preparados a la hora de librar las batallas y desafíos futuros, cuando la ilusión del bienestar circunstancial que este modelo puede ofrecer a nuestro pueblo entre en crisis por sus propias limitaciones.

P.Solana-La Haine-14/7


APF-14/7



Agmer convocó a plenario de secretarios generales para el 20 de julio -AIM



De artistas en decadencia a “artistas militantes”. Mercenarios que buscan salvarse a costillas del pueblo.


José Luis Heller, un porteño que parece creer que todos los insultos forman parte de una eficaz campaña para el Ballotage entre las dos derechas que supieron construir en la CABA, nos hizo llegar “La mitad” de Fito Páez (By “Página 12”). Cualquier similitud entre los “artistas militantes” -como el caso del rosarino arrepentido- y los “periodistas militantes” es mera coincidencia.

“La mitad”

Por Fito Páez*

Nunca Buenos Aires estuvo menos misteriosa que hoy. Nunca estuvo más lejos de ser esa ciudad
deseada por todos. Hoy hecha un estropajo, convertida en una feria de globos que vende libros
igual que hamburguesas, la mitad de sus habitantes vuelve a celebrar su fiesta de pequeñas conveniencias. A la mitad de los porteños le gusta tener el bolsillo lleno, a costa de qué,
no importa. A la mitad de los porteños le encanta aparentar más que ser.


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