Un tribunal del estado de Rivers, en la zona petrolífera del sur de Nigeria, dictaminó hoy que la subsidiaria nigeriana de la multinacional petrolera Shell debe devolver a las comunidades locales los terrenos en los que están ubicados la terminal de Bonny y sus instalaciones de apoyo.
La devolución de las tierras ocupadas por Shell en Bonny era la principal demanda de los grupos rebeldes que operan en la región.
Estos grupos acusan al gigante petrolero anglo-holandés de haber obtenido un certificado de ocupación de las tierras en tratos secretas con el Gobierno, a espaldas de las comunidades del área.
Ataques de los últimos meses, motivados por el rechazo a la multinacional, han causado que la producción de crudo de Nigeria, que era en 2007 de unos 2,15 millones de barriles diarios, se haya reducido en cerca de un 14 por ciento, lo que ha dejado al país en el segundo puesto, por detrás de Angola, entre los productores africanos de petróleo.
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