martes, 24 de agosto de 2010

De mano en mano y sin control el maíz transgénico en Cuba



Tres semanas atrás aún pensaba que era posible la concertación de espacios de diálogos, reflexiones y debates sobre el flagelo del maíz transgénico FR Bt1 que invade a campos cubanos progresivamente. Hoy ya no estoy tan seguro, después de comprobar que las cuestiones expresadas por los dueños de los transgénicos referidas a una posible coexistencia y control es una farsa. También he comprendido que el silencio de los medios de comunicación y de las instituciones en torno a este asunto, responden a las influencias de poder que los mencionados dueños de los transgénicos ejercen sobre ministerios, productores y organizaciones de productores.

Recientemente realicé una visita familiar en la provincia Sancti Spiritus. No había puesto un pie en el municipio Mayajigua, y ya me había asaltado el fantasma del maíz transgénico. Sorprendido me quedé cuando escuché hablar de maíz transgénico en diálogos comunes entre productores y no productores. No me quedó otra que convertir esos días de visita en recorridos de campo y diálogos con campesinos y directivos de cooperativas. La sorpresa fue mayor al percatarme que la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) ha sido permisiva para que el maíz FR Bt1 se expanda por las fincas campesinas; evidentemente, bajo su consentimiento. Cualquiera pudiera decepcionarse al ver que la organización promotora del Movimiento Agroecológico Campesino a Campesino está siendo invadida de maíz transgénico y no pasa nada. No hay reacción de la ANAP. Tanto productores como directivos de las cooperativas afirman que eso está autorizado.

Las zonas a que me refiero dentro del municipio Mayajigua se identifican por La Canoa y Caliene. Están ubicados a unos 35 kilómetros del Valle de Caonao –la meca de la producción de este maíz bajo el manto del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) en la propia provincia Santi Spíritus. Allí se ubican dos Cooperativas de Créditos y Servicios Fortalecidas (CCSF). Ellas son la CCSF “Julio Tápanes” y la CCSF “Niceto Pérez”. Ambas con significativa presencia de maíz transgénico. Esto quiere decir, que ese maíz no está confinado en el Valle de Caonao, sino que ya está siguiendo una política expansiva y sin control verdadero.

Rebelión-24/8-Leer

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