La embajada uruguaya en Asunción logró que el gobierno, por medio de la cancillería, se haga cargo de los fondos para la construcción del edificio. También, se creó una "Comisión de Amigos de la Biblioteca José Artigas de Curuguaty".
Para la biblioteca se recolectaron 3.000 volúmenes. La embajada uruguaya en Asunción, a cargo de Carlos Orlando, y la intendencia municipal San Isidro Labrador de Curuguaty resolvieron, mediante convenio, que la primera construya una biblioteca pública en el llamado “Solar de Artigas”, y la intendencia mencionada se hizo cargo de la administración de la misma.
Se trata del terreno exacto donde José Artigas pasó 25 años de los 30 de su exilio, tras la batalla de Las Tunas, en Paraná, y la persecución de Francisco Ramírez hasta la frontera del Paraguay.
La embajada logró que el gobierno uruguayo hiciera suyo el proyecto y la Cancillería proveyó de los fondos para la construcción del edificio de la biblioteca. Este era un viejo reclamo de las autoridades paraguayas que nunca había sido cumplido. El terreno se destinó al recuerdo de José Artigas pero faltaba que Uruguay realizara un proyecto de integración cultural como el que finalmente se logró.
El convenio entre la embajada uruguaya y la municipalidad de Curuguaty estableció que la primera se encargará de crear una "Comisión de Amigos de la Biblioteca José Artigas de Curuguaty", que está funcionado a pleno.
AIM-25/8-Leer
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