Traducción y notas: Ángel Ferrero |
Discurso de Oskar Lafontaine en el Congreso de Erfurt el pasado 23 de octubre de 2011, en el que se aprobó el programa de La Izquierda.
Vivimos en la dictadura de los mercados financieros y nuestros críticos tienen razón cuando nos preguntan por qué a nuestro partido no le va mejor. Los temas de nuestro partido están en la calle. Así que tenemos que preguntarnos: ¿por qué no nos va mejor? Porque en ningún momento se nos reclamó más que en nuestra época, la época de la dictadura de los mercados financieros, bajo la cual el Estado del bienestar es desmantelado y por todo el mundo se extienden el hambre y el paro. Tenemos la tarea de hacer más comprensibles nuestras aspiraciones. Por esa razón con respecto a la dictadura de los mercados financieros digo aquí: nuestra aspiración es una renovación democrática. Nos fundamos como partido de renovación democrática y por ello tenemos que decir qué entendemos por democracia. Lo repito una vez más: la democracia es un orden social en el que prevalecen los intereses de la mayoría. Esta definición es insuficiente. Pero si se añade que en una sociedad como la nuestra, en la que bajan los salarios, bajan las jubilaciones y se recortan los servicios sociales, los intereses de la mayoría no prevalecen y por ello no tenemos ninguna democracia, entonces la controversia con el resto de partidos está servida. Y cuando nada de esto es tenido en cuenta, entonces hemos de ser nosotros quienes preguntemos, también a nuestros críticos en los medios de comunicación, ¿y qué entendéis vosotros por democracia? ¿Creéis que es suficiente con introducir una papeleta de voto en una urna cada cuatro años? ¡Menuda ganga! Lo que queremos nosotros es un orden social en el que no gobierne una minoría, sino en el que prevalezcan los intereses de la mayoría. Por lo que se refiere a los débiles, seguiríamos siendo el partido de las minorías. Ilya me lo ha advertido antes. En efecto, nuestra fuerza es que también representamos a las minorías. Por decirlo claramente, nada me ha enfadado más que el debate sobre el antisemitismo. [1]¿Por qué? Un partido, que apela a Marx, que apela a Rosa Luxemburg, un partido que tiene a Gregor Gysi entre sus filas no necesita que le den ninguna lección sobre este tema. [2] Quisiera añadir un argumento que siempre me ha motivado para militar activamente en La Izquierda: estoy convencido de que si el fascismo volviera a asomar su terrible faz y persiguiera a los judíos no sería la Springer-Verlag o los altavoces de los otros partidos los que lo combatirían, sino que sería La Izquierda la que estaría antes que nadie en las barricadas. [3] Este tipo de acusaciones contra nosotros carecen de sentido.
La crisis obliga a Obama a reducir el presupuesto militar - AIM
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