martes, 17 de enero de 2012

El Sol y el río Paraná una extraña relación

CIENCIA . Un estudio que busca explicar los nuevos fenómenos meteorológicos




Investigadores de la UNL y el Conicet analizaron más de un siglo de datos y detectaron significativas coincidencias entre los movimientos del astro y las modificaciones de caudal del agua del río. “Lo que se ve es que hay una sincronía entre ambos, que el río tiende a seguir al Sol”, señaló Andrés Antico a EL DIARIO. El trabajo es un punto de partida para futuros estudios sobre cómo podría impactar el cambio climático.

Dice una enciclopedia que el río Paraná es el mayor del continente, después el Amazonas, con una extensión de 4.700 kilómetros, desde el estado brasileño de Minas Gerais hasta su desembocadura en el Río de la Plata. El mismo manual, unas cuantas páginas más adelante, define al Sol como un astro móvil, fuente de energía térmica y lumínica, que hace posible la vida en la Tierra y constituye el centro del sistema solar.
Nada, en apariencia tendrían en común. Menos aun si más de 149 millones de kilómetros separan a uno del otro. Pero también está la ciencia. Andrés Antico y Daniela Kröhling lograron establecer que existe un vínculo entre los ciclos que los dominan. O al menos encontraron una punta desde la cual investigar.
Los investigadores analizaron más de un siglo de datos y detectaron que tanto el movimiento del Sol como las modificaciones del caudal de agua del río Paraná están dominados por ciclos que van de siete a nueve años.
Para llegar a esa conclusión trabajaron sobre los valores de caudal registrado a la altura de Corrientes, donde se encuentran las mediciones más antiguas, que datan de 1904. Al mismo tiempo, observaron una variable que describe el movimiento del Sol en torno del centro del sistema solar, ya que contrariamente a lo que se presume desde el sentido común, no se trata de un astro inmóvil ni representa el centro del sistema solar, sino que gira constantemente alrededor de ese centro, aunque con un movimiento más complejo al que realizan los planetas, que lo hacen como en una elipsis.
Al comparar ambas series de datos, constataron que el movimiento del Sol y las modificaciones en el caudal del río están dominados por períodos que oscilan entre siete y nueve años, y que los ciclos del río Paraná tienden a seguir el movimiento solar.



Al Paraná
Yo no sé nada de ti…
Yo no sé nada de los dioses o del dios de que naciste
ni de los anhelos que repitieras
antes, aún de los Añax y los Tupac hasta la misma
azucena de la armonía
nevándote, otoñalmente, la despedida
a la arenilla…

No sé nada…
ni siquiera del punto en que, por otro lado, caerías
del vértigo de la piedra
bajo los rayos…

No sé nada…
O sé, apenas, que el guaraní te
asimiló
al mar de su maravilla…
y que ese puma de tu piel que te devuelve, intermitentemente,
el día
lo tomas en un rodeo, no?,
de tu destino…


Fragmento del poema Al Paraná, de Juan L. Ortiz

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