Conversad con un labrador, con un obrero; se ocupará de sus cosas, de su oficio; nada os hará suponer que piensa en la patria. [...] No hablan a cada momento de la patria los que la engendran, sino los que la explotan”
A finales del siglo XVIII el mundo se ve convulsionado por la aparición y consolidación de las ideas burguesas.
Se producen importantes cambios a partir de la revolución francesa que va a sentar las bases ideológicas para el capitalismo, a la vez que en Inglaterra se produce la revolución industrial que da el despegue para que el modo de producción capitalista se imponga al mundo de manera concreta y material.
El capitalismo no hubiera sido posible sin la gran masa de capital acumulado, que fueron el oro y la plata extraídos de América.
Fue precisamente el sistema colonial el que facilito esos grandes cambios y el traspaso definitivo del modo de producción feudal al modo de producción capitalista.
Para principios del siglo XIX las colonias americanas y más específicamente el virreinato del Río de la Plata empezaron a sentir esos cambios.
Eso fue así, porque el modo de producción capitalista a diferencia de los anteriores permanentemente está en expansión, necesitaba hacerse de nuevos mercados para colocar su producción y territorios de los cuales obtener materias primas. Las colonias españolas en América fueron esos territorios.
Se abrió un proceso de independencia de esas colonias donde sus clases dominantes nativas pretendían romper con la dependencia colonial que se había vuelto una traba, para poder sumarse al librecomercio y entrar al Mundo Capitalista.
Esta y no otra es la historia por la cual se produce el 25 de Mayo de 1810 ,a partir de esta fecha el territorio del virreinato se convulsiona y se producen cruentas batallas por la conformación de lo que hoy conocemos como Estados Nacionales.
Esas clases criollas que eran en su mayoría hacendados y comerciantes van a motorizar los cambios que llevaron a una mayor concentración de tierras en pocas manos (producto del genocidio y la matanza de miles y miles de aborígenes) y la cría del ganado para comerciar con Inglaterra que era la potencia en ese momento.
Esta breve reseña es solamente para dejar sentado que lo que hoy intentan hacernos creer como una fecha que nos pertenece a todos, no es mas ni menos que la historia de cómo se fue formando y consolidando en nuestro país una oligarquía terrateniente conjuntamente con su ejercito que llevaría las riendas de ese Estado Nacional.
En 1910 al cumplirse el centenario la Argentina ya era un país capitalista dependiente, su mapa de clases se había modificado y ahora existía una clase obrera organizada que se oponía a la oligarquía y los nuevos burgueses.
Para 1910 la clase obrera organizada se oponía al centenario porque no representaba en absoluto los intereses de los trabajadores, era totalmente ajena porque ya la clase obrera se sabia internacionalista y que no podían existir fronteras que la dividieran, los intereses nacionales no son mas que los propios intereses de los capitalistas y sus clases dominantes para defender sus ganancias y la continuidad de la explotación.
Por esa razón para el centenario las clases dominantes se vieron amenazadas frente a la lucha obrera y declararon el estado de sitio, a la vez que desataron una cacería contra los trabajadores al punto tal que no quedaba espacio en las comisarías de tantos obreros presos.
Sin duda que frente a los festejos del bicentenario nuestra postura es la misma que la de aquella clase obrera de principios del siglo XX. No se trata más que de una nueva fantochada para realzar la idea de una patria que nos es totalmente ajena, porque sus orígenes mismos son de la explotación capitalista.
Esta patria, este país, esta nación, este gobierno que hoy festeja 200 años, festeja la explotación capitalista, festeja su dependencia del imperialismo, festeja sobre lo que nuestro sudor y nuestra sangre produjeron y produce.
Estos festejos del bicentenario son una nueva excusa para seguir pagando la deuda externa.
A tal punto que a los fondos para el pago de la deuda les pusieron “fondos del bicentenario”.
Entre tanto para los trabajadores la crisis se profundiza, los salarios no alcanzan, crece la carestía de la vida y cada día que pasa somos más miserables.
No tenemos nada que festejar porque esta fecha no nos pertenece.
Que se quede la burguesía con su 25 de Mayo, que ya sabremos los obreros más temprano que tarde hacer nuestra propia revolución.
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