Cristina Fernández de Kirchner aseguró en su reciente visita a Alemania que “la vocación de Argentina es pagar todas sus deudas” y “que esta es la única gestión que nunca tomó deuda y que sí está pagando todas las deudas anteriores a 2003, sin acceder al mercado de capitales (1)”.
La presidenta acierta a medias. Mientras el proyecto del presupuesto oficial 2011 contempla 36.265,60 millones de pesos para abonar intereses de deudas; a educación destina solamente 19.961,40 millones de pesos (2). En porcentaje del Producto Bruto Interno (PBI) educación está lejos de superar el 6 % prometido y aclamado.
La negociación de la deuda con el Club de París para Cristina Fernández debe también comprender la situación de las empresas beneficiadas con promociones fiscales en Argentina que giran sus ganancias al exterior (1).
En síntesis: esta breve introducción de declaraciones y datos nos permiten reafirmar que entre los discursos K y lo ejecutado no se expresan contradicciones de un gobierno distinto a los ´90… sino otra forma de construir hegemonía con intereses partidarios y corporativos.
Vale repetir. Cristina Fernández asevera “que esta es la única gestión que nunca tomó deuda”. Y no es así. Simples titulares de diarios corroboran lo contrario.
Argenpress-26/10-Leer
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