Volvieron Los Uamá para cantar lo que nos gusta, desde “Viejo Caa Catí” y “Canción de Puerto Sánchez” hasta las más sentidas melodías venezolanas.
Daniel Tirso Fiorotto / De la redacción de UNO
Estas voces que ensamblan con naturalidad, clásicas de las peñas entrerrianas de hace treinta y pico, celebran el reencuentro y acaban de grabar una docena de temas que identifican a Los Uama, y que marcaron época.
Tachuela González y Tato Balcarce, Tato y Tachuela, como los presentaba Cacho Maffei en las inolvidables veladas folclóricas del Echagüe, volvieron para sacarse el gusto, para cantar nomás, sin preconceptos, con el alma.
Si no son los nenes de ayer, conservan el tono y el timbre y el ajuste que es su sello, con arreglos sencillos y una selección de temas criollos y románticos muy propios de nuestra región, sin fronteras.
¿Cuáles son sus ritmos? Los que logren conmoverlos. Puede ser la Canción a Puerto Sánchez de Jorge Méndez, puede ser la Cerrillana que hizo historia en los 60, pueden ser una melódica de Horacio Guarany, el Peoncito de estancia de Linares, un popurrí de ritmos venezolanos…
Homenaje a Savarce
No vamos a ocultar la feliz sorpresa que nos dio la obra “Cantando en el Bicentenario” del dúo Los Uamá.
De entrada nomás, “Vivian”, una bella y sentida expresión del cancionero sudamericano que compuso el venezolano Néstor Savarce en recuerdo de su hija. “Así como el ancho mar, como el solitario llano, como la noche sin luna, como el silencio encantado, como la lluvia implacable, como el lucero lejano, así se encuentra mi vida porque sé que te has marchado… y aunque he tratado de buscar otra salida en los recónditos lugares de mi alma, hay una voz que me recuerda que es mentira que se puede olvidar cuando se ama”.
UNO-31/10-Leer
Daniel Tirso Fiorotto / De la redacción de UNO
Estas voces que ensamblan con naturalidad, clásicas de las peñas entrerrianas de hace treinta y pico, celebran el reencuentro y acaban de grabar una docena de temas que identifican a Los Uama, y que marcaron época.
Tachuela González y Tato Balcarce, Tato y Tachuela, como los presentaba Cacho Maffei en las inolvidables veladas folclóricas del Echagüe, volvieron para sacarse el gusto, para cantar nomás, sin preconceptos, con el alma.
Si no son los nenes de ayer, conservan el tono y el timbre y el ajuste que es su sello, con arreglos sencillos y una selección de temas criollos y románticos muy propios de nuestra región, sin fronteras.
¿Cuáles son sus ritmos? Los que logren conmoverlos. Puede ser la Canción a Puerto Sánchez de Jorge Méndez, puede ser la Cerrillana que hizo historia en los 60, pueden ser una melódica de Horacio Guarany, el Peoncito de estancia de Linares, un popurrí de ritmos venezolanos…
Homenaje a Savarce
No vamos a ocultar la feliz sorpresa que nos dio la obra “Cantando en el Bicentenario” del dúo Los Uamá.
De entrada nomás, “Vivian”, una bella y sentida expresión del cancionero sudamericano que compuso el venezolano Néstor Savarce en recuerdo de su hija. “Así como el ancho mar, como el solitario llano, como la noche sin luna, como el silencio encantado, como la lluvia implacable, como el lucero lejano, así se encuentra mi vida porque sé que te has marchado… y aunque he tratado de buscar otra salida en los recónditos lugares de mi alma, hay una voz que me recuerda que es mentira que se puede olvidar cuando se ama”.
UNO-31/10-Leer
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