“Para mí, Marcela es mi nieta”, dijo Chicha Mariani, una de las fundadoras de la organización, y sostuvo que llegó a esa conclusión no sólo por ese episodio, sino también por sus rasgos físicos y por datos que recopiló en los últimos años.
En su declaración, Mariani dijo que el policía Juan Fiorillo, sobre quien dijo “tener dudas” de que esté muerto, fue el agente que entregó la joven a la directora del diario Clarín. “Un amigo contó que un familiar era amante de Fiorillo y dijo que quien llevó a Marcela a los Noble desde la Plata era Juan Fiorillo”, afirmó ante el Tribunal Oral Federal Número 6. En ese marco, agregó que el policía fue el mismo que tuvo a su nieta cuando en el auto cuando su nuera Diana Teruggi fue asesinada en La Plata, en noviembre de 1976.
A su vez, Chicha Mariani recordó que en unos papeles que tenía en su poder el entonces juez federal de San Isidro Roberto Marquevich, quien tuvo a su cargo la causa por la presunta apropiación de los Noble Herrera, figuraba que el entonces arzobispo de La Plata, Antonio Plaza, había intervenido en la adopción de Marcela.
En su extensa declaración, Mariani también señaló que cuando fue a buscar ayuda, en agosto de 1977 el sacerdote platense José Montes le prometió cooperar, pero cuando volvió a verlo, a la semana siguiente, le dijo que “no molestara más”, que “se dejara de joder” y que “no entorpeciera” en la vida de quienes cuidaban en ese momento a su nieta; y recordó que otro sacerdote le aseguró que a su nieta “la tenía alguien de mucho poder y que no se la podía sacar”.
El Diario-13/10-Leer
En su declaración, Mariani dijo que el policía Juan Fiorillo, sobre quien dijo “tener dudas” de que esté muerto, fue el agente que entregó la joven a la directora del diario Clarín. “Un amigo contó que un familiar era amante de Fiorillo y dijo que quien llevó a Marcela a los Noble desde la Plata era Juan Fiorillo”, afirmó ante el Tribunal Oral Federal Número 6. En ese marco, agregó que el policía fue el mismo que tuvo a su nieta cuando en el auto cuando su nuera Diana Teruggi fue asesinada en La Plata, en noviembre de 1976.
A su vez, Chicha Mariani recordó que en unos papeles que tenía en su poder el entonces juez federal de San Isidro Roberto Marquevich, quien tuvo a su cargo la causa por la presunta apropiación de los Noble Herrera, figuraba que el entonces arzobispo de La Plata, Antonio Plaza, había intervenido en la adopción de Marcela.
En su extensa declaración, Mariani también señaló que cuando fue a buscar ayuda, en agosto de 1977 el sacerdote platense José Montes le prometió cooperar, pero cuando volvió a verlo, a la semana siguiente, le dijo que “no molestara más”, que “se dejara de joder” y que “no entorpeciera” en la vida de quienes cuidaban en ese momento a su nieta; y recordó que otro sacerdote le aseguró que a su nieta “la tenía alguien de mucho poder y que no se la podía sacar”.
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