viernes, 15 de octubre de 2010

Cuando la confianza mata - Familia Poletti - María Grande

Un martes 14 de octubre de 2008 acudimos a la ayuda de la Policia para tratar de calmar la situación. Diego se encontraba alcoholizado y haciendo disturbio en casa, la desesperación hizo que llamáramos al 911, la situación ya no daba para mas.
Los que estuvieron esa noche de guardia, “esos” que vinieron a buscar a Diego, saben y muy bien el estado en que nos encontrábamos por lo que había ocurrido, vieron nuestra necesidad de que nos ayudaran.
Pasó esa noche ¡va! Eso es lo que nos preguntamos ¿PASÓ ESA NOCHE? ¿Por qué Diego nunca más volvió? Preguntas sin respuestas y “ellos” los que estuvieron esa noche de guardia, están distribuidos en comisarías y trabajando como si nada, sabiendo que son “ellos” los que saben que pasó. Podrán convencer creando un hecho falso, poco creíble o tratando de que todo quede en la nada, pero nosotros no creemos en sus dichos: - “Diego no estaba alcoholizado, solo alterado, dijo que se iba a la casa de un compañero y que JAMAS LOS IBA A MOLESTAR NI A ELLOS NI A NOSOTROS y se fue”.
¿Dónde está la supuesta exposición de Diego contra su familia? La que le hacían simular a mi mamá mientras la insultaban y le reprochaban que no podían ir de vacaciones por buscar a Diego.
¿Cómo creerles ese versito? Si pusieron en nuestras declaraciones palabras que jamás dijimos ¿como?.
La verdad es que el 18 de octubre de 2.008 en horas de la mañana, sorpresivamente aparece el cuerpo sin vida de Diego, ¿A dónde? A Km. de la ciudad, en un monte, dónde ¡o que casualidad! El día anterior habían dejado la búsqueda muy cerca de ahí.
Pensar que supuestamente hizo todo ese recorrido, llegó a ese lugar, sabiendo que le podía haber hecho mas cerca.
Es mas, esa madrugada llovió, hubiese tenido las zapatillas y el pantalón con barro ¡pero no!
Así como esto, son innumerables los puntos que no cierran, por eso, a 2 años de su ausencia física pedimos “justicia, justicia, justicia” y que no se olviden de lo que pasó.
Usualmente, la gente nos pregunta ¿confiar en que se va a saber la verdad? ¿Confiar en sus abogados?.
Que difícil es contestar a estos interrogantes, sabiendo que durante este tiempo pasamos por tantas situaciones marcadas por la desilusión, angustia, de ver como funcionan ciertas cosas, lo lenta que es la justicia, darte cuenta que en esta vida si no tenes poder o influencias no sos nadie, que hoy están con vos y mañana no tantas cosas que es muy difícil responder si tenemos confianza, pero sabemos también que es lo único que nos queda “confiar” aunque nos cueste, ya que confiamos en estos policías y a la vista está lo equivocados que estuvimos.

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