domingo, 3 de octubre de 2010

Los gitanos, entre Hitler y Sarkozy

Rudolf Sarkozy es hoy en día el jefe de la comunidad gitana de Austria. Tiene el mismo apellido que Nicolás, el presidente de Francia, que acaba de decidir la expulsión masiva e indiscriminada de los de su raza. Nicolás nació en Francia pero es de origen húngaro, como Rudolf. Sólo que no pertenece a la comunidad, odia a los gitanos y no quiere verlos.

Rudolf asegura que su apellido es muy común entre los gitanos de Europa del Este, especialmente los húngaros. Nicolás jamás perdonó a su padre, que abandonó a su madre cuando él tenía cuatro años, no habla de su propia ascendencia judía, convertida en tabú familiar, y está deportando en masa a los gitanos. Nada que le recuerde su propio pasado.

El caso que está desatando Nicolás, demostrando que es más un frustrado peligroso que un estadista inteligente, recuerda los orígenes de Adolf Hitler, que provocó no sólo el holocausto de los judíos, sino también de los gitanos, que fueron exterminados sólo por su raza, una minoría racial "inferior y fuera de la ley" no muy lejos de lo que piensa Nicolás ni de lo que haría si estuviera en condiciones más favorables a sus designios.

La medida de expulsión de los gitanos de Francia es similar a expulsar a los húngaros porque al presidente no le guste la gente de ese origen, como es Nicolás, o a los italianos sólo por serlo, como es el caso de mujer actual, Carla Bruni.

Hitler aplicó su "solución final" a unos 400.000 gitanos, junto con judíos, prisioneros de guerra, homosexuales, rusos, polacos, checos, serbios, muchos católicos y protestantes que no se plegaron, testigos de Jehová y otros grupos menores como enfermos mentales y disminuidos psíquicos y físicos.


AIM-3/10-Leer



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