“Existe una tendencia de la clase media a personalizar su casamiento. En esos casos se enfatiza la libre elección y el no estar atado a mandatos sociales. No lo asociaría a una pérdida de creencias porque se sigue contemplando simbólicamente el ritual de la ceremonia”, dijo a Clarín el antropólogo del Conicet y especialista en religión César Ceriani Cernadas.
Fortunato Mallimaci, director del área de Sociedad, Cultura y Religión del mismo ente, agrega: “la gente se casa a su manera. Toma distancia de las instituciones pero le pide a su grupo que brinde la unión”.
Juan Frenkel y Manuela Soriano, la pareja del comienzo de esta nota, se casaron el 13 de marzo de 2010. Los dos tienen 30 años: “elegimos hacerlo de esta manera porque ninguno es religioso. Mi apellido es judío, pero no soy practicante, y Manu es de familia cristiana, pero tampoco es religiosa. Nunca nos imaginamos que nuestro casamiento iba a ser tan perfecto”, dice Juan.
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