El organismo, que sigue sin aceptar el uso de las tecnologías, se niega a comentar los graves errores que favorecieron a Argentina y Alemania.
La tremenda polémica generada tras los graves errores arbitrales en los partidos de octavos de final de ayer ha traído las primeras consecuencias. La FIFA ha decidido impedir la repetición de las jugadas polémicas durante los partidos. Hasta ayer, en todos los encuentros se podían comprobar las jugadas en las pantallas gigantes de los estadios, aunque la normativa no permite cambios en el transcurso del juego. El escándalo generado por el gol no concedido a Lampard y el clamoroso fuera de juego en el primer tanto de Argentina ha llevado a la FIFA tomar esta medida.
Por otro lado, el organismo dirigido por Sepp Blatter se ha negado a comentar las decisiones de los colegiados, el uruguayo Jorge Larrionda, que no dio validez al tanto inglés, y el italiano Roberto Rosetti, que hundió a los mexicanos. "La FIFA no comenta las decisiones arbitrales, y el tema de la introducción de las nuevas tecnologías es competencia exclusiva de la IFAB (International Football Associations Board), que en mayo pasado ya se mostró contraria", ha explicado el portavoz de la FIFA, Nicolas Maingot, en un ambiente de tensión.
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