FIAT: del consejismo italiano al clasismo cordobés
La FIAT constituye una empresa monopólica que opera a nivel mundial. La rama industrial automovilística ha sido hasta ahora fundamental en el capitalismo contemporáneo a tal punto que algunas escuelas sociológicas han apelado a los términos de "fordismo" -ampliamente utilizado por Gramsci en sus Cuadernos de la cárcel- o de "toyotismo" para designar fases históricas completas del desarrollo capitalista. En ambos casos se adopta el nombre de una empresa de automóviles (Ford, de origen estadounidense; Toyota, de origen japonés) como síntesis de toda una época social.
En su propia historia la FIAT (de origen italiano) fue implementando los distintos modos de gestión capitalista generando, al mismo tiempo, diversas modalidades y experiencias políticas de resistencia obrera.
Durante las primeras décadas del siglo XX los trabajadores de la FIAT encabezaron en Turín una lucha emblemática. Se la conoció como el "bienio rojo". De la mano precisamente de Antonio Gramsci y del periódico L"Ordine Nuovo los obreros de FIAT conformaron los consejos, dando origen a toda una corriente del socialismo revolucionario a nivel mundial y fundando, en Italia, el por entonces combativo Partido Comunista.
Más tarde, en los "60, nuevas camadas de trabajadores rebeldes volvieron a la carga contra la dominación patronal, tanto en la rama automovilística como en industrias afines. Así nacieron las Brigadas Rojas (principalmente en la fábrica Pirelli de neumáticos, apéndice de las grandes corporaciones de autos) y en forma paralela el obrerismo italiano (1).
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